La Bella & la Bestia [SQ]

Capítulo 23

-No, Emma, no me tires arena.-le gritó Regina. Emma rió y siguió enterrándola en la playa.

-Espera, espera, no te muevas.-empujó la cabeza de Regina hacía atrás para que no se pudiera poner de pie.

-Swan, esta me la pagaras.-dijo Regina levantando los brazos.

-No, no, quieta, quieta.-dijo la rubia entre risas. Regina podía jurar que Emma parecía una niña de seis años.- Hey, Regina, eso no es justo.

-¿Qué no es justo? ¿Qué no te deje enterrarme?-dijo Regina casi riendo. Se puso de pie mientras la mirada de Emma se clavaba en el cuerpo sucio de Regina por la arena.

-Deberías lavarte.-dijo la rubia riendo.

-Oh. ¿Es en serio?-arqueó una ceja. Parece que a Emma le dio gracia porque empezó a reír estúpidamente. Regina no se aguantó y soltó una pequeña carcajada.- Vamos, tírate al suelo, me toca a mi.

-No, tú no me dejaste enterrarte.-dijo Emma inocentemente. 

-Pero me bañaste en arena.-justificó Regina. Emma sonrió.- Emma, nada de sonrisas, es mi turno.

-Entonces atrápame.-dijo la rubia alejándose de Regina. La gente comenzaba a posar sus miradas en su juego.

-No lo haré, no tengo cinco años como para corretearte por la playa. Ven aquí.-Regina cruzó sus brazos en tono de enojo. Emma le hizo burla y sonrió. Regina debía admitir que se veía sexy. 

 Emma se acercó a Regina y junto arena con sus manos, la morena se alejó solo un poco, pero cuando quiso moverse ya tenía toda esa arena en el cabello.

-Oh, no Swan, te arrepentirás de esto.-gritó haciendo que dos pequeñas rieran.- Comienza a correr porque no sales con vida.-dijo Regina histéricamente antes de comenzar a correr tras la rubia.

-Bueno, por lo menos hoy haremos ejercicio.-grito Emma agitadamente mientras se alejaba de Regina. 

-Muérete.

-Mátame a besos.-gritó. 

-A patadas y puñetazos.-gritó Regina con furia.

-Que violenta resultó ser mi nena.-carcajeó Emma mientras se acercaba a la orilla del mar.

Emma dio media vuelta y se llevó por delante a Regina haciendo que ambas cayeran a la arena mojada. Emma rió mientras Regina escupía arena. Una ola arrasó sobre las mujeres haciendo a Emma tragar agua. Esta vez la que reía era Regina, mientras que la rubia largaba agua hasta por las orejas, luego sonrió y se acercó a Regina. Eliminó los tres centímetros que había entre ellas, fundiéndose en un tierno beso. Lentamente Regina se alejó de Emma posicionando una de sus manos sobre los hombros de Emma.

-Emma...-dijo Regina, pero realmente no sabía que decir.

-Lo siento, necesitaba quitarme el gusto a sal.-Emma lee sonrió y besó cortamente sus labios otra vez.- Ven vamos, nos van a robar las cosas.-dijo la rubia levantándose del suelo. Tendió su mano hacia Regina y esta la tomó.

Regina quedó algo aturdida, si bien Emma y ella vivían peleando, sabía que había algo mas que un simple odio hacía Emma, algo extraño de expresar, pero no era amor, de eso Regina estaba segura, tal vez un simple aprecio algo como un "te quiero poquito" pero no. 
"Escucha tu corazón Regina." Era lo que siempre le decía su padre cuando era pequeña, pero no se puede vivir de un "tuc tuc tuc", eso no te dice nada.

-¿Sigues aquí?-preguntó Emma. Regina le dedicó una mirada y se limitó a asentir con la cabeza.

Emma se recostó sobre su lona mientras Regina se recostaba sobre la de ella. ¿Y si esto es amor? No, nunca, es imposible amar a la persona que mas mal te hace. ¿Pero por qué no? Bien, esa respuesta Regina no podía dársela a si misma, pues nunca había amado a alguien más que a su familia y punto. Pero definitivamente no lo amaba como a una amiga, madre, hermana o simplemente como a una conocida que me provocaba sonrisas, enojos, sonrojos, lágrimas y todo junto en dos minutos.

-Emma.-dijo Regina. La rubia la observó atenta.- Debemos buscar un lugar donde hacernos la trencita.

-¿No quedo claro?-arqueó una ceja.- De verdad que eso es muy femenino, cosa que no es lo mio y además es piojoso.-agregó la rubia. Regina le dedicó una sonrisa.- No voy a pagar por eso.

-Hey, no seas amarga, de verdad que es lindo hacerse cosas en la playa.

-¿Por qué simplemente no me pides que te compre un vestido, tacones o maquillaje?-dijo colocándose sus zapatillas.