Capítulo 25

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-¿Para que quieres hablar de eso?-pregunto Regina  indiferentemente.

-Para organizar las cosas. ¿Qué pretendes que yo elija tu vestido?-Emma arqueó una ceja. Regina alzo los hombros en gesto de desinterés.- Bueno, pero luego no te quejes.-dijo la rubia excusándose.

-La verdad me daría igual, ya que este casamiento no es por voluntad propia. ¿Me explico?-dijo Regina. Emma tomó de su vino.

-No tienes por qué.-respondió. Observó un rato hacía las demás mesas.- ¿Ves ahí?-Emma le señalo una pareja de ancianos que cenaba amenamente. Regina volteó a verlos y luego miró a Emma.- Valía mirar con disimulación.

-Tu los señalaste y no fuiste muy disimulado que digamos.-dijo Mills molesta.- ¿Qué tienen ellos?

-Obsérvalos.-le dijo. Regina los miró una vez más.- ¿Cuántos años tendrán de casados? ¿50? ¿60? 

-¿Y que se yo Emma?-dijo sin entender.- ¿A que quieres llegar mirando a esos dos?-pregunto. Emma negó con la cabeza.

-Ya déjalo.-dijo.- Por un momento aparta nuestras diferencias y finjamos que nos amamos, que vamos a tener la mejor boda de Nueva York. ¿Acaso de pequeña nunca planeaste tu boda soñada?-preguntó.

-A veces me parece que eres hombre-dijo Regina casi echando una carcajada. No le hizo ni un poco de gracia.- No tienes humor.

-No, no es que no lo tenga. ¿A ti te gustaría que te diga que eres hombre?

-¿Y que tiene de malo? Existe mujeres que se sienten hombres y hacen el cambio, al igual que hay hombre que hacen el cambio a mujer.-dijo Regina. Emma la miró abriendo bien los ojos.

-Dime que tú no lo eres.

-Ay Emma.-tenía ganas de tirarle un pedazo de pollo.- Yo no soy el caso.

-Pensé que lo eras, casi que te dejo aquí y salgo por esa puerta antes de que alguien pudiera verme contigo.-dijo Emma. Regina la miró de mala forma.

-Es horrible lo que dices, vive y deja vivir Emma…

-Es solo una broma Gina, por supuesto no me meto en la vida de la gente.-dijo Emma apoyando la copa con fuerza.

-Pues, te metes en la mía ¿No?-le dijo Regina alzando una ceja.

-Pues, meterme en tu vida es divertido.-dijo la rubia guiñando el ojo.

-Piensa lo que quieras.

-Hey, ya no juegues.

-Okey, okey.-dijo Regina terminando su comida, acción que Emma ya había realizado.- Dime… ¿no podemos contratar a alguien que planee la boda en vez de hacerlo nosotras?

-Serian más gastos en la fiesta.

-Ay si porque de seguro ahora eres una pobretona. Vamos Emma no seas tacaña.-dijo Regina enfadada. Una mujer volteó a verle.- Gente chusma.-refunfuñó. Emma dio rienda suelta a una carcajada.

-No es eso.-dijo la rubia entre risas.

-No me parece gracioso.-dijo la morena. Emma asintió e intentó no reír, Regina mordió su labio inferior al verla solo sonreír.- Y me cansé de estar cerca de ti.

-Hey, tranquila.-dijo Emma apoyándose en el respaldo de la silla.- Hablemos como dos personas civilizadas. 

-Es que cuando se trata de este tema no puedo ser civilizada. Entiende que no puedes pretender que me lo tome con calma si me estas obligando a casarme contigo Emma.- cruzó los brazos. Emma la miró atentamente, echó un suspiro.

La Bella & la Bestia [SQ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora