Capítulo 3:

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La noche caía sobre la ciudad entonces encendí las luces de mi habitación. Pasar la primera noche ahí me aterraba más que estar cerca de Emma.

Sentía que mi mundo se derrumba con tan solo pensar que viviré aquí hasta que tenga la edad suficiente para irme y para eso faltaba un año.

-¿Cenarás?-preguntó una fría voz tras la puerta.

-No gracias, no tengo hambre.-respondí yendo hacia la puerta con la esperanza de que pasará y así hablar un poco.
Pero eso no ocurrió, ella solo se fue al escuchar mis palabras.

Emma

Me retiré de la puerta de su habitación ya que yo si quería cenar.

-¿Y la pequeña?-preguntó Granny sirviendo mi plato.

-No quiere cenar.-comencé con mi comida.-Pero si después baja y pide algo de comer no le des.

-¡Emma!-reprochó-Es solo una adolescente.

-Pero puede ser una adolescente y no ser malcriada. Si se acostumbra a que en mi casa puede hacer lo que quiera, despues tendré que soportar las consecuencias. Ya justo hoy me hizo un numerito porque quería el ordenador.-ella solo rió divertida.

-Bueno, que te aproveche. Tengo que ordenar la cocina.

Cené sola como siempre lo hacía. Es que no me gusta mucho tener gente a mi alrededor estoy bien estando sola.

Cuando acabe de cenar subí a mí habitación y me quité la camisa junto con el pantalón reemplazandolo por una camiseta que me quedaba algo grande y con mis boxers femeninos.
Me tumbé en la cama y encendí la tele, aún no tenía mucho sueño.
Estos programas que ponen por la noche son aún más malos que los que ponen en el día, así que decidí bajar por un vaso de agua ya que tenía la boca seca.

Regina

Luego de haberle dicho que no iba a cenar mi estómago me reclamaba algo de comida, así que decidí abrir la puerta para asegurarme de que no hubiera nadie. Estaba todo oscuro a excepción de unas pequeñas luces que alumbraban escasamente el pasillo.
Bajé las escaleras en silencio y entre en la cocina para encontrarme con Granny quien secaba el último vaso.

-Hola mi vida.-me sonrió tiernamente-¿tienes hambre?

-Si.-toque mi estómago que rugía con fuerzas.

-Ah ya veo.-rió despacito-¿Quieres un café con galletas?-me sonrió.

-Claro.-le devolví la sonrisa.

-Bien.-sacó una taza donde echo el café que antes había puesto a calentar, caminó hacia la despensa y sacó galletas de chocolate, las puso en un plato y luego las puso sobre la mesa, me senté para comer una.-Toma.-me dijo dándome la taza.

-Granny, ¿Estás aquí?-entró Emma y voltee a verla.-¿No dijiste que no tenías hambre?-me dijo pasando por al lado indiferentemente.

-Emma... comportate.-Granny le dijo a Emma, quien venía ¡En boxers!

-Cúbrete con algo.-le reproché mirando para otro lado.

-Pues no me mires, esta es mi casa.-me habló duramente

-Bueno, cálmate-le advertí mirándole a los ojos.-en serio, respeta un poco a la gente.

-Lo que tú digas.-Dijo de mala gana, bebió un vaso de agua y de fue.-Y luego quiero hablar contigo Granny.

-¿Siempre es así?-pregunté cogiendo una galleta.

-Desde que tuvo una pelea con sus padres y ellos la obligaron a irse de la casa enviándola aquí.

La Bella & la Bestia [SQ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora