Capítulo 15

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Regina no contestó a eso ya estaba cansada de sus acotaciones sobre ella y Emma en una cama. Para la morena era más que obvio que eso no pasaría nunca, o por lo menos mientras este consciente, no pasara.
Los intentos de Emma por tomarle la mano a Regina fueron muy seguidos y sus rechazos se hicieron notar cada vez que lo intentaba.

Caminaron hasta la playa que estaba a solo unos metros del hotel. Se sentaron sobre la arena. Emma usaba su celular mientras Regina se moría de calor, por lo que decidió quitarse el vestido y tomar sol en bikini, por supuesto.

-¡Pensé que era mas gordita!-comentó la rubia divertida.- Pareces escuálida.-carcajeó, lo que hizo enojar a la morena.

-Swan, cállate si no quieres tragarte una piña en este instante.- dijo provocando su risa.

-Solo estaba molestando. A decir verdad me gusta tu cuerpo.

Regina estaba de espalda bajo el sol. Así que solo se apoyó sobre sus codos y la miró.

 -¿Puedes dejar de ser tan babosa?-arrugó la nariz. Emma le sonrió.- Me repugnas Swan.

-Solo dije que me gustaba tu cuerpo. ¿Qué hay de malo en eso?

-Que lo dices como una depravada sexual que muere por irse a la cama conmigo.-estaba alterada.- Mírame a los ojos.-dijo molesta.

-No soy una depravada sexual.-dijo mirándole a los ojos tal cual había pedido la morena.- Pero eso no quita que no muera por irme a la cama contigo.-agregó. De nuevo la hacia enfadar.

-Suficiente.-dijo y se volvió a recostar.- Quédate callada y no hagas de mi vida un completo infierno.

-Como quieras cariño.-dijo divertida.

 Hizo caso omiso a sus últimas palabras. La estaba volviendo loca. Emma definitivamente quería llevarlae a la cama y no iba a parar hasta hacerlo. Y eso de alguna u otra manera incomodaba a la morena aunque esa incomodidad se transformaba en deseo, lo cual la ponía peor.
Se quedó dormida pero no por mucho tiempo. Regina despertó al sentir una mano acariciar su pierna. Se movió solo un poco pero no quitó la mano que causaba tiernas cosquillas sobre su piel. Tenía que reaccionar, era Emma, pero le gustaban las caricias de la rubia en su pierna. Siguió pretendiendo que dormía mientras Emma jugaba con sus caricias que subían y bajaban sobre su pierna. Parecía que no iba a conformarse solo con eso ya que tocó el trasero de la morena y por más que Regina no quería llamar mucho la atención entre la gente, no iba a permitir eso.

-¿Qué mierda haces?-le dijo Regina indignada. Sacó su mano y le sonrió.

-Te quedaste dormida.-informó.

-Oh, no me había dado cuenta.-le dijo molesta. Volvió a sonreír.- ¿Qué no puedes dejar de mostrar tus dientes?-se puso seria. La vi levantarse de la arena y tomar sus lentes.

-Ya ni reírme puedo.-dijo Emma antes de irse de ahí.

Sonrió, al fin tendría un tiempo en paz, pero por otro lado Regina no estaba feliz de estar sola, se sentía desprotegida. Volteó para que el sol le diera de frente, acomodó su cabello y seguió tomando sol sin preocupación alguna.
Cuando ya se sentía sofocada por el calor, decidió irse de ahí. Regina sabía que al llegar al hotel Emma se podría pesada así que en vez de ir hacía el hotel se fue por donde habían puestos con artesanías.
Le tomó un rato recorrer cada uno de los puestos, pero valió la pena. Había anillos, collares, pulseras títeres, pinturas, cajitas de madera, adornos, de todo eso, solo se llevó un par de aros y una pulsera. Dejando de lado su enojo con Emma le compró una pulsera hecha en hilos de cera, negra con rojo. Se la envolvieron y así con todo esos paquetitos en su mano Regina volvió al hotel.

Tuvo que golpear la puerta porque la tarjeta la tenía Emma. Sintió como abrió de un tirón y luego volvió a donde estaba, seguía enojada.
No le dio importancia a su actitud y cerró la puerta. Volteó y caminó hasta su habitación, la parte donde se encontraba la cama, ahí vio toda su ropa sobre esta. Cerró los puños, esta mujer iba a encontrarse con una de sus manos golpeando su cara, de eso estaba segura.

-Quiero que guardes toda mi ropa donde estaba.-dijo Regina secamente y tiró lo que traía sobre el sillón. Emma ni siquiera la miró y siguió colgando sus camisas y camisetas en las perchas.- ¡Swan!-gritó. Esta volteó y la miró.- Guarda mi ropa donde estaba.- Negó con la cabeza y siguió.- Swan.-la llamó.- ¿Puedes guardar mi ropa donde estaba?- pensó que pidiéndoselo bien podría ceder. La miró incrédula y volvió a lo que hacía.

Regina se acercó a ella y abrió una parte del armario. La miró. Agarró la ropa que estaba doblada y la tiró sobre su cama. Emma arqueó una ceja. Abrió un cajón y lo vació tirando todo al suelo.

-Guarda mi ropa donde estaba.-le ordenó intentando no gritar. Swan la ignoró y se agachó a levantar las medias que le había tirado junto con unos pañuelos de tela.- Emma.-la morena se cruzó de brazos. Emma no le iba a hablar.
Regina una sola idea. Entonces agarró su maleta y comenzó a tirar toda su ropa dentro. Emma ni se fijo en Regina y siguió con lo que hacía. La morena cerró la maleta y la dejó a un costado de la puerta, caminó hasta el sillón y agarró lo que recientemente había comprado y su bolso. Recordó el regalo para Emma.

-Para que veas que a diferencia de ti, yo si pienso en los demás.- y le tiró el paquetito que impactó contra su brazo.- Aun así, te odio.-dijo y guardó lo de ella dentro de mi bolso. Abrió la puerta y la miré. Emma la estaba dejando ir.

Cerró la puerta de un golpe y al instante la vio abrirse. Se dio la vuelta y vio a Emma salir de ella. Tenía una camiseta blanca en corte V y unos shorts.

-¿Así solucionas los problemas?-le preguntó. Regina arqueó una ceja y la mire con desprecio.- Entra a esa habitación en este momento.-se movió dejándole el paso hasta la entrada de la habitación.

-No quiero.-dijo Regina negando con la cabeza.

  -1.-dijo Emma moviendo el pie con impaciencia.- 2, si al 3 no estas ahí adentro, veras las consecuencias.-Regina entró a la habitación.- 3.-Emma entró detras de la morena y cerró la puerta.- Pareces una niña huyendo de lo que no te gusta enfrentar.-dijo.

-Mira Emma.-cuando volteó a verla quedaron frente a frente, demasiado cerca. Su voz no iba a salir mientras Emma estuviera casi pegada a ella. Tragó saliva y la miró a los ojos.



La Bella & la Bestia [SQ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora