Capítulo 48

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Sin protestar me quité el cinturón de seguridad y me dispuse a sentarme sobre su regazo. Hizo el asiento hacia atrás dejando así un espacio más amplio para que las dos entráramos en el asiento del piloto.

-Ese es el acelerador, ese es el freno y ese es el embrague.

-¿El que?-pregunté confundida.

-No importa, tú solo presiónalo cuando yo te avise.

-Bueno, pero no vamos muy rápido, ¿eh?-giré la cabeza para verla. Me sonrió-. Te estoy haciendo daño, ¿cierto?

-Deja de decir tonterías y presiona el acelerador.

-No, no-me negué y la observé nuevamente-. Estoy gorda y te estoy aplastando.

-Vuelves a decir que estás gorda y voy a dejarte en el medio de la carretera.

-Bueno, bueno, ya, presiona el acelerador.

-Presiónalo tú-casi me gritó.

-Si me tratas así no puedo hacerlo.

-Dios, eres más terca que una mula.

-¿Qué tienen que ver las mulas?-pregunté sin comprender.

-Bájate del auto.

-¿Qué? ¿Me vas a dejar?-pregunté a gritos causando la risa de mi esposa.

-Vamos, bájate, no voy a dejarte.

-Promételo.

-Lo prometo.

Abrí la puerta y baje del auto aun con el motor encendido. Emma también se bajó y rodeó el auto para subirse en el asiento del copiloto. La puerta aún abierta del otro lado, me indicó que yo era la que debía manejar.

-Oh, no-dije asustada.

-Vamos, súbete.

-Tengo sueño, ¿no podemos seguir mañana?

-Bueno, pero tú darás la vuelta e iremos a casa.

-Hazlo tú.

-No, hazlo tú-dijo y se abrochó el cinturón. Entré al auto e hice lo mismo que Emma-. No pasa nada, solo presiona el embrague y pon el auto en primera marcha.

-Voy a causar un desastre.

-No lo harás, confía en mí-aseguró-. Vamos, presiona y ponlo en primera marcha.

-Está bien.

Aun insegura de lo que hacía, seguí las indicaciones de Emma. El auto comenzó a moverse a pequeños tirones, Emma rió.

-Hey, está roto.

-Presiona el acelerador constantemente, no lo sueltes-respondió casi burlándose de mí inexperiencia sobre un auto.

Presioné el acelerador como Emma decía y me indicó que debía cambiar de marcha antes de que fundiera el nuevo motor de mi regalo de cumple años. Así lo hice y Emma rió al darse cuenta de que iba más que rápido.

-Frena un tanto, linda-dijo casi asustada.

-Le tienes miedo a la velocidad-reí.

-Bájale, en serio-me ordenó. Hice caso y bajé la velocidad.

Luego de volver del corto paseó en el nuevo automóvil que se aparcaba junto al auto de Emma, subimos y nos decidimos por ir a dormir en compañía del creciente sol.

-Estoy agotada-dijo Emma abriendo la cama para sentarse allí.

-Yo también-dije quitándome el maquillaje frente al espejo del baño-. Entonces... ¿ese era el regalo que me tenías?

La Bella & la Bestia [SQ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora