Capitulo 7:

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-Solamente tienes que atender el teléfono y separarme estas carpetas en "Entregados y pendientes". ¿Entendido?- me explicaba mientras me pasaba las carpetas.- Las que tienen el sello rojo son los entregados y los que no lo tienen son los pendientes.- me observó.- ¿Me estas escuchando?

-Si.- respondí como si fuera su empleada.- ¿Nada mas?

-Si, solo pásame las llamadas de estas dos personas.- Me pasó un papel.- Anota.- me dio un bolígrafo.- Neal Cassidy y August Booth. Para los demas que llamen, estoy en una reunión importante. ¿De acuerdo?- caminó hasta la puerta.- ¿Crees que podrás?

-Si Emma, anda vete y déjame en paz.

Cerró la puerta de "mi oficina". Comencé separando las carpetas en "entregados y pendientes", no hubo ninguna llamada hasta las 10:00 am, pero después el teléfono no paraba de sonar. Era una llamada tras otra y luego otra. No creí que ser la secretaria de Emma sería tan agotador.

-Oficina de Emma Swan. ¿En qué puedo atenderle?

-Que sensual suena cuento tú lo dices.- dijo su voz tras el teléfono

-No molestes, hay como seis personas esperando a que las atienda.

-¿Más importante que tu futura esposa?- dijo con seriedad

-Emma, tu misma sabes que no nos casamos por amor así que no me vengas con esas cosas.

-Regina, te advierto que soy una mujer muy celosa.- su voz sonaba mas seria que antes, eso me preocupaba.

-Bueno, lo que tu digas.- dije fríamente.

-Nos vamos, para eso te he llamado, no atiendas a la gente que esta en llamada de espera, solo ven a mi oficina.- cortó la llamada.

Tomé mi bolso y salí de la oficina. Varios hombres que trabajaban ahí me dedicaron miradas. Eso me puso nerviosa pero no podía acelerar el paso porque quedaría como una niña huyendo. Solo intenté ignorarlos, es que no estoy acostumbrada a esto, mi cuerpo nunca llamó la atención a ningún hombre. Entre a la oficina de Emma.

-¿Estás bien?- preguntó al oír un suspiro de mi parte.

-Sí.-dije intentando fingir que sus empleados no me habían pasado la mirada por todo el cuerpo. Como había dicho antes, era celosa.

-No lo parece.- miro la pantalla de su ordenador. Me senté en un sillón.

-¿Te falta mucho?- pregunté con impaciencia. Me quiero ir a casa ya.

-Sí- respondió secamente.

¿Entonces para que me llamas?-dije de mal modo.

-Te estoy molestando. No se te puede hacer una broma.-dijo levantándose de la silla para que nos fuéramos. Preferí no responder tenía pensado unos cuantos insultos pero preferí guardarlos para mi.

Ambas salimos de la oficina agarradas de la mano. Los hombres que anteriormente me miraban ahora solo agachaban la mirada. Era mas que obvio que si su jefa se enteraba de que ellos había estado observando, habría mas de un despido. Tener una futura esposa con éxito, esta genial. Esa es la única ventaja de tener que casarme con Emma.

Subimos a su coche y arrancó. Conducía a una velocidad considerable, ni rápido, ni despacio, normal.

-Ese camino no lleva a casa.- dije mirando por la ventanilla 

-Lo sé.- Respondió fríamente.

-¿Entonces?-insistí.-¿A dónde vamos?

-A almorzar.

-No.-dije en tono de reproche.- No quiero almorzar a solas contigo.

-Acostúmbrate.- dijo secamente mientras aparcaba

La Bella & la Bestia [SQ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora