La Bella & la Bestia [SQ]

Capítulo final (Parte 2)

-No va a salir corriendo de momento a otro, tómale las manos-dije desde el otro lado de la habitación.

-Me da miedo que se caiga, pero quiero que camine-se quejó frunciendo el ceño.

-Vamos, Emma, hazlo caminar.

-Bueno, bueno, pero despacio.

Tomó las dos pequeñas manos y lo tiró hacia arriba para ponerlo de pie. El niño rió dulcemente y dio dos pequeños pasos. Emma sonrió.

-Vamos con mamá, Henry.

Reí al verla con tal cara de pánico. Llevábamos dos semanas intentando que el pequeño caminara por lo menos cinco metros y Emma quería lograrlo hoy, dos días antes del primer cumple años de Henry.

-Solo dos pasos más, campeón-lo alentó.

Henry tropezó con su propio piecito y cayó entre mis brazos. Emma rió al verlo asustado mientras tironeaba mis cabellos. Me puse de pie con el niño en brazos y besé su mejilla efusivamente.

-Ya va siendo hora de que camines, Herny.-le dijo Emma detrás de mí-. Tus tíos caminaron antes de su primer año.

Henry se cubrió la cara con ambas manos y luego rió entre el hueco que formaban sus suaves y pequeñas manitas. Era un pequeño simpático y el calco de su otra madre.

-¿Qué es lo gracioso?-preguntó Emma y el niño se quitó las manos de la cara-. Yo sé que me entiendes, pequeño diablillo-le dijo con una fina voz.

Reí y vi como Henry le tendía los brazos a su madre para que lo tomara. Emma hizo caso a los pedidos de su hijo y lo tomó en brazos.

-Es que me quieres tanto que no soportas estar sin mí-lo abrazó.

-Ni te creas, Swan-reí y besé su mejilla-. Vamos a llevarlo a su cuna.

-Puede dormir con nosotras, Regina-dijo mientras salíamos de la sala de juegos.

-Emma, ya te he dicho que no es bueno.

-Pero es que él me ha pedido eso, ¿no que si, Herny?-tocó su pancita y el niño largó una risotada.

-¿Él te lo ha pedido?-pregunté en una risa mientras caminaba de espalda por el pasillo-. ¿Cómo te lo ha dicho?

-Dijo, muy simple; Henry querer dormir con mamis.

Reí ante las palabras de Emma y entré en la habitación de Henry.

-Resulta que ahora el niño habla como cavernícola.

-Es que ya sabes, así hablan los niños pequeños.

-Ni siquiera dice "Mamá", pero pide dormir contigo-dije riendo.

Ella me sonrió y luego le dedicó su mirada a Henry.

-¿Qué crees, niño? Para mí, mami debería dormir en la cuna y tú conmigo.

Henry hizo un movimiento de cabeza y la muy anormal de Emma pensó que había dicho que si.

-Ya, ¿lo ves?

-Emma, déjalo en la cuna.

-Yo sé que me quieres todo para ti, pero comparte con Henry, él es un pequeño indefenso que necesita que su madre le cuenta historias de piratas.

Arqueé una ceja. Emma había cambiado tanto después del nacimiento de Henry.

-Yo sé lo que necesitas tú, cariño-me sonrió-. Pero te lo doy cuando quieres-añadió.

Comencé a desarmar la cuna del niño. Estiré los brazos hacia Henry y él me tendió los suyos para que lo tomara en brazos.

-No escuches a la grosera de tu madre, déjala, se comporta como una adolescente con hormonas descontroladas.