Capítulo 4: La carpeta negra

124 16 8
                                    

La sala del hospital en donde estaba Denise, era blanca y sumamente silenciosa. Ella aun dormía, mientras Paula arreglaba un jarrón con flores junto a la mesa que había al lado de la cama. De a poco la chica fue abriendo sus ojos, sintiendo una leve incomodes en su brazo izquierdo. Al estar completamente despierta, vio a su querida Paula sonriéndole.

-Hola –le dijo Denise

-Mi niña, ¿cómo estás?

-Amo que no me digas “¿cómo está usted?” –la chica sonrió somnolienta.

-Estuvo…digo, estuviste corrigiéndome todo el año de que no te tratara así.

-Correspondía…ya no estaba Amanda para que te llamara la atención por eso –le contestó, en tanto giraba su cuello lentamente para ver su brazo. Una aguja traspasaba su piel, encargándose de introducir el frío suero hacia sus venas. -¿Fue muy grave?

-No sabría decirlo con seguridad.

En ese momento llegó su padre a la sala, viéndose aliviado al saber que su hija ya había despertado.

-Hija, ¿Cómo te sientes? –se acercó y se sentó a la orilla de la cama, mirándola detenidamente. Con la pregunta a Denise, se le vino a la mente un déjà vu.

-Bien, nada más que con un pequeño dolor en la garganta.

-¿Necesitas algo?

-Por el momento no –decía, mientras se acomodaba para sentarse.

-Cariño, ¿Me puedes explicar qué te ocurrió?

-Quedé encerrada en el laboratorio de ciencias –ella se frunció de hombros.

-Los doctores dicen que llegaste con una intoxicación grave ¿Cómo llegó a pasar eso?

-No lo sé, el laboratorio comenzó a apestar bien feo y después de un rato me desmayé…

-Esto tendrá que ser respondido por la directora…-Lionel fue interrumpido por un bullicio que provenía de la puerta. Era nada más y nada menos que Emma y Melissa, quienes estaban mirando por la ventanilla, sonrientes y haciendo señas.

-No me digas que tú les avisaste que estaba en el hospital…-dijo Denise desalentada, teniendo cero deseos que sus compañeras vinieran a visitarla.

-No, no…fue Paula –Lionel sacudió la cabeza.

-Llamaron a la casa…¿Qué querían que les dijera? –ella se cruzó de brazos, enarcando ambas cejas.

-Pues, no sé, que me fui por unos días a la playa, o que tenía una enfermedad altamente contagiosa… cualquier excusa hubiese sido mejor –les decía, mientras le hacía señas a las chicas con sonrisas muy bien fingidas.

-No seas tan reacia con tus amistades, Denise –le dijo su padre, dirigiéndose a la puerta y abriéndola para que las chicas entraran.

-Hola señor Rosner –dijeron a coro, en tanto trataban de pasar la puerta con los enormes globos de helio que decían “Feliz recuperación”

-Hola niñas, ¿Cómo va todo?

-Mejor, desde que supimos noticias de Denise –respondió Melissa.

-Así veo –contestó Lionel, haciendo a un lado un globo que estaba estorbando su vista.

-Denise, le escuché decir a la profesora de química que unos chicos llegaron a la escuela, avisándoles de que tú estabas encerrada en el laboratorio ¿Es eso cierto? –dijo Emma en un rápido comentario, que esperaba impaciente ser confirmado por ella. Su padre y Paula les quedaron mirando extrañados.

El DesafíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora