Denise se mantuvo callada, las manos de un silencioso Caleb llegaron a rodear su vientre, la chica sintió que se le erizaron los vellos de su piel. El chico hizo a un lado los bucles que estaban junto a su oreja y le susurró sonriente:
-Tuve que cuidar a un par de vejetes, mi trabajo no siempre incluye cuidar jóvenes como a ti, dulzura –Caleb le dio un tierno beso en su cabeza y luego se tomó la licencia para darle un pequeño beso en el cuello, lo que erizó aún más su piel.
-Bueno y supongo que ahora quieres saber si entre Kevin y yo...
-Dulzura, sé que no tuviste sexo con Kevin –él rio burlisto.
-¿Cómo estas tan seguro de eso? –Denise se volteó a mirarlo a los ojos.
-Porque si tuvieras un poco de experiencia en el tema, no estarías tan cohibida como lo estás ahora y ya estaríamos haciéndolo en la cama que se encuentra detrás de nosotros.
-Lo que dices no prueba nada.
-Cara sonrojada por la vergüenza, manos sudorosas y...-el chico se cruzó de brazos bajando su mirada introspectiva a las rodillas de Denise – También me atrevería a decir que un leve temblor de piernas, prueban tus nervios y temor a lo "desconocido".
-Eso no quiere decir... –la chica se negaba, fingiendo que Caleb estaba en lo incorrecto.
-¿Entonces no estás nerviosa? –le preguntó, acercándose lo suficiente para robarle la respiración. La chica no le contestó, en su lugar tragó saliva, un acto que solo dejaba en evidencia lo nerviosa que se sentía –Tranquila Denise, no haremos nada, por lo menos no ahora, tenemos muy poco tiempo y yo... quiero tomarme toda una noche contigo.
Caleb la dejó un momento a solas, ya que fue al baño por una bata para tapar su cuerpo. No porque él se sintiera incómodo, sino porque ponía muy nerviosa a su pequeña niña inexperta. Volvió en seguida, encontrando a Denise en el mismo lugar en donde la dejó, ya que se sintió contrariada por un pequeño lapso. Su conciencia la estaba retando a gritos por no poder actuar mejor.
-Ahora quiero que me expliques, de qué se trata esa intoxicación de la que me hablaste –le pidió Zeta sentándose en el borde de la cama.
-Inhalé un químico, ese día que quedé encerrada en el laboratorio de la escuela.
-¿Cómo pasó eso?
-Alguien supuestamente se metió a los ductos de ventilación del laboratorio y derramó esa cosa, mientras yo estaba dentro.
-Muy extraño –comentaba Caleb pensativo.
-Bueno, eso es lo que me dijeron los detectives que vinieron a la casa –Denise sacó la tarjeta del bolsillo de su pantalón –La detective Hobbs me dio su número telefónico cuando vino aquí, antes de irse...y ahora la llamaré para pedirle ayuda –la chica tomó el teléfono que había encima de la mesita de luz.
-¡Muchacho! – Paula golpeaba la puerta -¡Te traigo algo de ropa!
-Escóndete –dijo Caleb en voz baja. La chica miró todos los lugares posibles, decidida a agacharse para esconderse bajo la cama -¿Podrías buscar un lugar más obvio para esconderte, dulzura? Ve detrás del sillón, entre las cortinas –Denise le hizo caso sin objetar, aguardando ahí.
Caleb fue abrir la puerta, fingiendo que acababa de salir de la ducha.
-Toma muchacho, ponte esto, es de don Lionel, tu ropa estará seca en un rato más.
-Muchas gracias Paula –Caleb recibió la ropa agradecido. Ya le estaba cerrando la puerta, pero Paula entró sin permiso.
-Llevaré las toallas que ya ocupaste para que sean lavadas, no debe quedar huella de que estuviste aquí -recogió las toallas que estaban en la cama, ya decidida a salir se frenó -¿Denise no ha venido para acá?
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El Desafío
AcciónSegunda parte de "La traceur" Después de un año, Denise vuelve a embarcarse en el misterio...recuerdos olvidados que han comenzado a tocar su puerta y que la obligarán a cuestionar todo lo que creía saber de su pasado, pero deberá tomar el camino la...