El Desafío

Capítulo 28: Denise necesita ayuda.

Las situaciones se vuelven cada vez más difíciles de sobrellevar, debería ser lo contrario con todo lo vivido, pero no es el caso de Denise, ahora es mucho más complicado, tal vez es por la ausencia de Caleb, o solo por lo fatigada que se encuentra con tanta mala ventura sin respiro.

La chica se encontraba en su habitación, recogiendo las almohadas que suele botar por las noches de la cama. Paula entró y notó lo cabizbaja que estaba.

-Percibo una atmósfera triste en esta habitación.

-Se podría notar a leguas de distancia, no me sorprendería -le contestó, echando las sábanas hacia atrás.

-A veces no es muy sano que te centres tanto en ti.

-¿En mí? -preguntó preocupada -¿Me encuentras muy egocéntrica?

-No es eso mi niña, pero deberías olvidarte un poco de ti y tus situaciones, para poder centrar tus energías en hacer algo positivo por los demás, te darás cuenta que te sentirás mucho mejor, además todo lo bueno que haces por el resto se te retribuirá; es la ley de la vida.

-¿Tú crees? -le preguntó mientras se mordía una uña con ansias.

-Por supuesto, te aseguro que es mil veces mejor, que quedarse encerrada pensando en lo ingrata que puede ser la vida -respondió sonriente ayudando a recoger las almohadas.

-Pero no puedo hacer mucho estando aquí en mi casa sin salir, y sabes que tengo prohibido salir, salvo para ir a la escuela.

-Piensa en algo, quizás reunirte con amigos a charlar un rato.

-Podría ser -se decía pensativa, convenciéndose de a poco que parecía ser una buena idea -Podría invitar a unos amigos y... comer algo.

-Pues decídelo pronto, ya van a ser las doce del día, puede que tus amigos hagan otros planes.

-Es lo que haré justo ahora - Denise cogió su celular y escribió en el grupo en donde están todos sus amigos de pk.

La junta quedó para las cuatro de la tarde en la mansión, Denise les envió la dirección para que la buscaran por google maps. Mientras tanto, fue a la cocina para preparar las cosas, se encontró con las chicas que ayudan a Paula en la mansión, una de ellas era joven y risueña, la otra era un tanto más seria.

-¿Cuál es el mejor corte, para cocinar carne en la parrilla? -Le preguntó Denise a las mujeres, mientras veía dentro del congelador.

-Disculpe la ignorancia señorita Rosner, pero no sé de cortes de carne

-No te preocupes, estamos igual... creo que con esto estará bien -la chica sacó un par de paquetes de carne, dejándolos en una bandeja para que se descongelara.

-Chicas, cocinen algo liviano, porque en la tarde hay festín, o si quieren se toman el día libre.

-Terminaremos esto y nos iremos luego señorita Rosner.

-Bien, pero de todas formas quedan invitadas a comer, mis amigos se encargaran de la carne, yo de la ensalada -Denise bebió un vaso de agua y volvió a su habitación para seguir ordenándola.

Ya faltaba poco para las cuatro de la tarde, la parrilla estaba con el carbón puesto, sólo faltaba que llegaran los amigos de Denise.

El teléfono de la sala comenzó a sonar insistentemente.

-Buenas tardes, Mansión Rosner -Paula se mantenía atenta a la llamada que estaba recibiendo, mientras que Denise andaba revoleteando por los alrededores -En seguida la comunico con ella -Denise, es para ti -la chica que acababa de sentarse en uno de los sillones tuvo que pararse de inmediato.