La inquietud estaba presente en todo momento, por lo que dormir no era suficiente para aplacar la incertidumbre que asolaba en su cabeza. Se encontraba caminando en el mundo de los sueños, por el borde de un torrentoso río, huyendo de recuerdos vivientes, desesperada, sentimiento que con facilidad gatilló la pérdida de su equilibrio, cayendo en las profundidades de las turbulentas aguas. En eso despertó con un espasmódico sobresalto. Se incorporó de la cama y se dirigió hacia la puerta de su habitación.
─¿A dónde vas tan apresurada? ─escuchó decir la chica. Denise se atemorizó mucho más, reaccionando torpemente. No veía a nadie, hasta que su visión se fue adaptando a la oscuridad de su cuarto y vio la figura de un personaje que venía saliendo del baño ─¿Acaso no puedo orinar tranquilo, caray?
─¿Qué haces aquí? ─Denise a tentones encendió la luz y arrugó el ceño. Recordaba que Caleb había venido la noche anterior, pero ella misma lo había visto irse después.
─Dulzura, aun estás media dormida, mejor vuelve a la cama ─se le acercó y la tomó del brazo con sutileza para llevarla a descansar.
─No, yo estoy bien despierta ─trató de ignorar las palabras de Caleb y su invitación tentadora. Se tomó la cabeza y suspiró. ─Necesito decirle a mi papá que ya tenemos la identidad de la responsable ─terminó por añadir, mirándole a los ojos, inquieta.
─Él no ha llegado ─la llevaba lentamente de vuelta a la cama ─He estado al pendiente de su llegada por horas, pero me aburrí de esperarlo y vine a descansar...Deberías reforzar los seguros de tu ventana, es muy fácil subir y entrar a tu alcoba ─sugirió él, sugerencia que le respondió a Denise de cómo llegó hasta allí. La chica se dio cuenta de la hora en el reloj que tenía en su mesita de luz. Ya eran más de las seis cuarenta y cinco.
─Es muy extraño que aún no haya llegado, no suele andar fuera de casa después de la una
─Deberías relajarte, de seguro que pasó la noche acompañado
─Acompañado o no, debió haber avisado
Denise comenzó imaginarse un montón de cosas. Revisó su celular y no tenía ninguna respuesta de las más de veinte llamadas que hizo anoche a su padre. Se estaba sintiendo realmente afectada por no saber el paradero de Lionel.
─No, no puedo seguir aquí, debo hacer algo─ Se abrigó y se puso zapatillas ─Además ya descansé lo suficiente.
─ ¿Adónde vas? ─le preguntó Caleb, mientras iba detrás de ella.
─Lo buscaré por todo Johannesburgo si es necesario
Se encontraron con Paula en el primer piso. Ella se veía muy desconcertada
─¿Pero qué haces aun aquí Caleb? Creí haberte dado las buenas noches, en la puerta de la casa ayer.
─ Nada más hubo un ligero cambio de planes ─el chico se encogió de hombros, metiendo sus manos en los bolsillos.
─Paula, ¿mi papá no pasó la noche aquí? ─ Denise se cruzó de brazos, adoptando una mirada de inquietud
─Al parecer no...es extraño que no haya llegado ─ella bajó la mirada
─¿Sabes algo Paula, que nosotros no? ─le preguntó la chica con sospechas. Mientras Caleb iba a tomar asiento en uno de los sillones de la sala.
─Bueno, no tiene nada que ver, con que no haya llegado anoche...creo
─No importa, solo dilo.
─Ayer, tu padre me dijo algo sumamente importante y me pidió que fuera discreta, ya que él mismo pensaba contártelo, mi niña.
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El Desafío
AcciónSegunda parte de "La traceur" Después de un año, Denise vuelve a embarcarse en el misterio...recuerdos olvidados que han comenzado a tocar su puerta y que la obligarán a cuestionar todo lo que creía saber de su pasado, pero deberá tomar el camino la...