Capítulo 8: La marca.

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Llegaron al departamento de Caleb, Denise aún no estaba de acuerdo que fueran hasta allí, porque Kevin necesitaba un hospital.

-¿Por qué lo has traído hasta acá? –lo interrogó con confusión mientras observaba el interior del departamento que seguía tan intacto como siempre.

-Deja de hacer preguntas y abre la puerta de mi cuarto –le respondió Caleb, mientras aún tenía a Kevin en el hombro.

Denise sacudió la cabeza y no encontró más alternativa que hacerle caso. Abrió la puerta como le señaló el muchacho y entraron. Le lanzó unas llaves y ella las recibió sin comprender ni la más remota idea de sus planes.

-Abre esa puerta –le señaló una que había junto a las ventanas.

-¿Te refieres a la puerta de tu baño privado? –preguntó desenfocada, poniéndose de mal humor.

-Abre la puerta –insistió impaciente, faltando poco por perder el buen genio, lo cual, se encontraba en todo su derecho ya que al chico que estaba ayudando no era santo de su devoción.

-Está bien, está bien, como digas.

-Es la plateada que tiene escrito Große Köpfe - Denise vio una llave que tenía palabras raras y no tardó en introducirla en el cerrojo. La puerta sonó como si se hayan abierto cerraduras a lo largo de toda su estructura interna. Al pasar la chica, vio un lugar muy distinto a un baño si a función se refiere, de hecho, en el centro de la sala había una caja de metal de gran tamaño en donde Caleb puso a Kevin en su superficie.

Denise al acercarse, pudo darse cuenta que cumplía la función de una camilla o mesa de operaciones. Caleb comenzó a manipular unos botones en una pantalla que había junto. Del costado de la camilla emergió una especie de brazo robótico articulado que quedó unos cuantos centímetros arriba de la cabeza de Kevin. Al estar posicionado emitió una luz roja y a medida que iba avanzando, iba escaneando el cuerpo del chico herido.

En la pantalla podía dimensionarse las regiones del cuerpo de Kevin que estaban dañadas, el monitor señalaba que había tres partes críticas, una era en la cabeza y las otras dos en su torso. Viendo los resultados del análisis, Caleb se percató que las condiciones del chico eran más serias de lo que esperaba, de modo que le quitó la camiseta lo más rápido posible.

-Caleb ¿Qué le sucede?

-No te quiero asustar, pero su corazón acaba de detenerse –le dijo sin mirarla, mientras seguía en lo suyo.

-¿Qué? –Denise explotó en histeria –Kevin necesita atención médica...en un hospital –se lamentaba tomándose la cabeza con sus manos temblorosas.

Caleb, de inmediato procedió a hacer algunos ajustes en la máquina, a través de los controles de la pantalla, haciendo que una nueva estructura robótica, similar a la anterior saliera del otro costado de la camilla. Este brazo automatizado poseía placas de titanio que se adhirieron al pecho de Kevin.

-No tienes idea de lo que estás haciendo –le seguía reprochando la chica.

-Hazte para atrás, por favor.

-No...-Denise se interrumpió cuando las placas de titanio levantaron a Kevin por la desfibrilación que estaba recibiendo en ese momento, lo que provocó que ella se asustara aún más. Los segundos transcurrían y al cuarto electro choque no pasaba nada, sólo hasta después del sexto, Kevin dio luces de aun estar vivo, ya que se quejó en medio de su inconsciencia.

-Denise, coloca tus pies detrás de la línea que hay en el suelo –le pidió Caleb con una mirada seria y un tanto intimidante que hizo que la chica le obedeciera de inmediato, saliendo de la zona que estaba marcada con amarillo. Él por su parte, efectuó las últimas programaciones en el monitor.

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