─¿Te das cuenta de lo que estas a punto de hacer?
─Tengo las cosas claras, Hobbs. No necesito tu discurso moral de último minuto.
─No pretendo dartelo, pero insisto, estás mal, esto te acarreará más problemas ─Karen podía sentir una gota de sudor frío bajar por su espalda. Le brillaba la piel por la húmedad que emergía de sus poros.
─¿Problemas? Estoy en esto para evitarlos y tú estás siendo uno de ellos
─Te culparán...
─No lo harán ─movió la cabeza denotando impaciencia ─ Soy detective, la mayoría del tiempo pensamos como criminales para descubrirlos...¿Crees que las cámaras del edificio están funcionando ahora? ¿Crees que alguien sabe que vine? ¿Crees que no podré limpiar este lugar y dejarlo tal y como estaba?
─Piensalo bien antes de dispararme ─dijo Karen perpleja, sintiendo que la vida se le estaba esfumando delante de sus ojos. Mofokeng no perdió más el tiempo y apretó el gatillo de su arma. Hubo un sonido ahogado que revotó en las paredes del departamento.
Perdió el equilibrio y cayó al suelo, la sangre salía como un hilo rojo de su piel que se bifuminaba en una mancha escarlata cuando ésta hacia contacto con la ropa. Hobbs se había adelantado a dispararle, en el momento que Mofokeng había descubierto que su pistola no tenía balas.
─Aun dejas tu arma en la oficina cuando vas a almorzar. Por lo menos esas practicas me dicen que aun queda un poco del viejo Mofokeng ─.Karen guardaba su arma, que ella al contrario de su colega nunca la dejaba
─Eres una maldita maniaca
─Sólo conozco tus costumbres, algo que saben los amigos
─Mi hija morirá por tu culpa ─balbuceaba él en medio del dolor que le causaba la bala incrustada en su pierna.
─No pasará. Haremos algo al respecto
─Lo dudo mucho
Hobbs lo amaniató con las esposas de servicio. Temía a que Mofokeng escapara mientras iba por apósitos al botiquín de su baño, por esto nada más le rasgó el pantalón e hizo una venda provisoria para detener la sangre.
─Ahora necesito tu cooperación ─le pidió Karen, mientras había empezado a registrar sus bolsillos. Sacó su billetera y llaves.
─No creas que porque me tienes a mi, podrás atraparlo también a él.
─Lo haré, lo atraparé a él y a los que están detrás
─No es tan fácil cómo piensas
─Sé que no lo es, solo mira hasta qué punto he tenido que llegar: Dispararle a mi propio compañero de trabajo ¿Ahora serías tan amable de darme la contraseña de tu teléfono?
─Claro que no
─El silenciador de mi arma está ansioso por escupir otra bala, ¿Qué tal en tu otra pierna? Quizás esta vez le pueda atinar a la arteria femoral.
─A veces eres escalofriante, Hobbs
─Tú eliges a qué Karen quieres tener en frente ─decía con poca paciencia.
─La clave es 4824
La detective digitó rápidamente los números y vio los mensajes de alguien que no tenia registrado, pero que claramente podía ser Jota. Se iban a juntar en una hora más, en las afueras de la ciudad.
Antes de que Karen quitara sus ojos de la pantalla del teléfono, Mofokeng, con las esposas aun puestas, se las ingenió para darle un golpe en la cabeza.
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El Desafío
ActionSegunda parte de "La traceur" Después de un año, Denise vuelve a embarcarse en el misterio...recuerdos olvidados que han comenzado a tocar su puerta y que la obligarán a cuestionar todo lo que creía saber de su pasado, pero deberá tomar el camino la...