Hobbs se encontraba en el barrio de Melissa. Aguardaba unas casas más abajo vigilando el movimiento que había en el hogar de la pelirroja. Sabía que hoy, la joven, después de las once de la mañana, llegaba de su terapia y quedaba la mayoría del tiempo sin sus padres, ya que ambos trabajaban.
Una hora de vigilancia parecía ser una verdadera pérdida de tiempo para Karen, sin embargo, poco más de los sesenta minutos cumplidos, parecía que su paciencia iba rindiendo frutos. Acababa de salir por la puerta principal la señora que trabajaba en la casona; con un bolso en mano, seguramente rumbo al supermercado más próximo. Esto le daba una chance a Hobbs para tener más privacidad y poder interrogar a Melissa de forma más personal y directa, sin ninguna interrupción o espectadores merodeando alrededor.
La detective se dirigió a la casa. Tocó la puerta. De soslayo pudo notar que las cortinas de una de las ventanas se movieron. La chica ya sabía de su presencia, solo esperaba que el recibimiento fuese lo más provechoso posible. Ello requería sacar siquiera una pista en esa niña, que a su juicio era un pobre conejillo de indias.
Volvió a tocar. Deducía que la chica estaba justo del otro lado de la puerta, rebatiendo en su mente abluida, cuales eran los pasos a seguir según las indicaciones que había recibido.
El inesperado clic del cerrojo avivó aquellas esperanzas en Karen.
Le recibió ella: una jovencita paliducha, pecosa y cabello cobrizo. Llevaba zapatillas de descanso y ropa casual.
─Buenos días soy la detective Hobbs ─Karen mostró su credencial de la institución.
─Buenos días detective, sé quien es usted, la ví una vez que fui a su trabajo para dar declaraciones...Por favor pase.
─Gracias ─dijo Karen un poco asombrada, por la aparente confianza que estaba teniendo la joven con ella. Guardó el resto de su curiosidad para cuando la conversación lograra entablarse de manera adecuada.
─¿Gusta tomar algo, un té? ─preguntó con una expresión de seriedad en su rostro.
─Gracias, me encantaría
─Es la primera detective que me acepta algo ─agregó la chica ─Por favor tome asiento, ya vuelvo.
La mirada cautelosa de Karen estaba puesta en cada recoveco de la casona, mientras Melissa andaba en la cocina. En breves minutos llegó a la sala de estar nuevamente, con dos tazas de té en una bandeja.
─Hace tiempo que no venía nadie por aquí, pensé que todo iba marchando bien
─Digamos que ha sido un desafío para todos
La chica le ofreció la taza, ambas ya estaban sentadas en la sala de estar, frente a frente, separadas por la mesa de centro que había entre las dos. Karen sintió el rico aroma del té, lo que hace siempre cada vez que lo toma, para ella es un paso imprescindible que antecede el acto de beber dicho brebaje. Melissa le miraba en silencio, esperando que Hobbs tomara la palabra, lo cual la detective se dio cuenta y se interrumpió.
─Vine hacerte algunas preguntas referente a tu desaparición ─Karen se llevó un sorbo de té a la boca, manteniéndose atenta frente a la respuesta que daría la joven.
─Mi psiquiatra me ha prohibido hacer esfuerzos para recordar, mientras no esté emocionalmente preparada
─No estas ayudando, Melissa ─añadió Karen de manera desaprobatoria, sabiendo desde ya, que esa ha sido la respuesta a todos los que han venido en busca de información.
─Es lo que me dice el doctor...─respondió la niña, viéndose algo incómoda con las inesperadas palabras de la detective ─No debo hacer esfuerzos y tampoco deben presionarme para recordar algo, podría reaccionar mal, así como...
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El Desafío
ActionSegunda parte de "La traceur" Después de un año, Denise vuelve a embarcarse en el misterio...recuerdos olvidados que han comenzado a tocar su puerta y que la obligarán a cuestionar todo lo que creía saber de su pasado, pero deberá tomar el camino la...