Día 22: Una historia sobre una festividad

94 14 7
                                    

Al König no le gustaba el Final del Verano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al König no le gustaba el Final del Verano. No le gustaba ver cómo una parte de sus bosques se ponía marrón, no le gustaba despertarse con el cielo gris en lugar de azul. Y no entendía por qué, de todas las estaciones, aquella había sido la elegida por los Königs anteriores para poner un festival.

Oh, entendía que se suponía que se trataba de un intercambio, de una gran feria donde los campesinos podían abastecerse antes de que llegara el invierno y la comunicación se hiciera difícil y la comida empezara a escasear. Ataño solía ser el único día en que se permitía intercambios comerciales según la leyes de los dioses, pero desde que algún tatarabuelo suyo había dado permiso para tener un mercado semanal, el König encontraba que el Festival del Final del Verano era inútil.

Quizá debería derogarlo, pensó mientras observaba las luces lejanas de la plaza llena de gente. Se libraría de un gasto para la corona y de la obligación de asistir, aunque no lo había hecho en años y esta vez tampoco lo haría. Detestaba verse rodeado de tanta gente, y además... la cazadora era lo bastante atrevida como para atentar contra su vida en un evento público. Fallaría, por supuesto, pero era mejor ni siquiera darle la oportunidad.

No la escuchó entrar al salón desde donde observaba el pueblo, pero sintió sus brazos delicados enroscándose alrededor de su cintura y el peso de su barbilla en su hombro.

—¿Qué mira mi König? —preguntó Alicia, con aquella voz profunda que le daba escalofríos a veces.

—A los plebeyos parece gustarles esta... frívola festividad —comentó él, suspirando y entrelazando sus dedos con los de ella. Con ella siempre podía hablar francamente. Ella lo entendía, como ninguna mujer o como ninguna persona antes lo había hecho.

—Un verdadero desperdicio —estuvo de acuerdo Alicia—. Aunque me gusta lo que están celebrando. Prefiero el invierno, ¿tú no?

El König se dio vuelta y dejó un beso leve sobre los nudillos de ella. Ahora que lo pensaba, el invierno era su estación favorita.

 Ahora que lo pensaba, el invierno era su estación favorita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Relatos detrás del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora