Amarlo fue tonto...
Fue como intoxicarme...
Como perderme a mí misma...
Debería ser ilegal enamorarse del diablo... debería, pero no es así.
Y Venus lo sabe a la perfección.
Enamorarse es una mierda y ella vino a demostrarlo.
POV:Venus.
Mi arma apu...
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Se me acaba de descolocar la cara.
No jodas, Grey. Yo ya quería que me follaras.
Ignoro lo que acaba de decir mi mente y continuó en lo que estaba haciendo, pero incluso eso se me acaba de olvidar. Ariadna me mira y yo bajo la mirada incómoda, esta mañana cuando la vi llegar le pregunté que qué hacía aquí y me dijo que venía a practicar, debí suponerlo. Ariadna Grey, Alec Grey... Hades Grey. Son hermanos y para el colmo todos están buenos, no soy lesbiana pero Ariadna es hermosa.
Carraspeo y Hades la aleja de él, no se porque pero mi corazón late una sola vez, pero fue fuerte, luego continúa normal.
Ella lo besó, ¡ja! Y él la dejó, mierda la dejó.
—Bien chicos esto es lo que haremos, formarán parejas y pelearán entre ustedes.—Dije con voz seria.
Ariadna y Alec se pusieron las guantillas.
Crystha y la novia de Grey.
Y Mason quedó solo.
—Mason yo voy contigo.—Dijo Hades poniéndose las suyas y pasándole un par a su amigo.
Entre ellos empezaron a pelear, o mejor dicho a entrenar. Papá dijo que los quiere en forma y por "En forma" no me refiero a que están subidos de peso ni nada de eso, solo que para ser agente del FBI debes saber maniobras, y pelear como se debe, nunca sabes cuando alguien te va a atacar.
Vi como Alec tumbó a su hermana al piso y está soltó un gruñido. Crystha había tumbado a la novia de Hades en el piso y estaba sentada en su trasero. Mientras que Hades y Mason se estaban dando duro, llegué a pensar que se odiaban. Pero eso cambio cuando Mason lo hizo caer y él ágilmente le agarró el pie y le presionó la garganta como si lo fuese a ahorcar.
Los tres doloridos se pusieron de pie, a Ariadna se le puede pasar, pero a la tipa esa y a Mason, no jodas.
—Estuvo bien.—Dije—Bien mal.—Me corregí a mí misma.
Annabeth bufó y me dieron ganas de matarla.
—Esto es una basura.—Susurró creyendo que yo no escucharía.
Me acerqué a ella.—¿Algún problema, Rusher?—La llamé por su apellido, me miró con mala cara y negó.
La miré de pies a cabeza, llevaba un short deportivo rosa y un top del mismo color, en sus pies unos tenis de hacer ejercicio y su cabello anaranjado estaba suelto.
Sonreí.—Eso pensé.
Tomé el silbato que colgaba de mi cuello y lo soné, ellos empezaron a acercarse ya que esa era mi señal.
—Escuchen, si hay algo en lo que me destaco es en la pelea y en los disparos.—Ellos asienten—Así es que hoy veremos que tan buena puntería tienen.—Digo, me doy la vuelta y busco un bulto que me traje de la casa el cual contiene armas de prácticas, al tenerlo en mis manos vuelvo a ellos—Aquí hay armas para practicar las cuales nunca deberán dejar en casa mientras estén aprendiendo.—Advertí, las tomé una por una y las fui entregando—Ya están cargadas. Ahora necesito que cada uno apunte hacia los blancos e intenten dar en el mismo sitio.—Dije.
