Te arrastraré a mi infierno. +18 {Parte 1} (Borrador)

Twenty-seven

Venus L.

Puta vida la que me gasto.

Todo por no hacerle caso a lo que Grey me dijo.
Me quedé estática, no hice ningún movimiento y no porque no quisiera, si no porque eso es lo que Hades me dijo que hiciera.

Solo miro la pequeña habitación, tiene un armario y una mesa con dos sillas en ella.

El dijo: "Pringada, estoy en camino, no te muevas y no respondas a nada"

Eso hago. Aunque este hombre está perdiendo la paciencia conmigo. Mientras me burlo de él.

—¡Te vas a cagar! ¡Perra!—Dice, cerca de mi oído. El olor a alcohol de este hombre me está dando dolor de cabeza.

—La que parece estar cagada es tu boca, huele a mierda.—Digo, escuchó a Hades maldecir a través del micrófono.

—¡Pringada, cierra la boca!—Dice en mal tono.

—Mierda, vee, cállate.—Escuché a Chad.

—¿Que nadie la conoce? Es muy bocona.—Dijo Annabeth a través del micrófono.

—Tú cállate, Annabeth.—Habló Ariadna.

Ruedo los ojos.

El hombre ríe en voz baja y se pega más a mi cuerpo. Sentí su asquerosa erección presionarse en mi trasero, me dieron ganas de vomitar. Mi corazón empezó a latir muy fuerte, yo me empecé a poner nerviosa. ¡Lo mato, juro que lo mato!

—¿Sabes, Lawrence? Yo podría tenerte ahora mismo, cuando yo quiera.—Dijo, para luego dar un gran azote en mis nalgas.

Tragué duro, mal nacido hijo de puta.

—No me vuelvas a poner tus sucias manos encima grandísimo hijo de puta.—Dije.

Lo escuche reír fuerte. Una risa asquerosa.

—Si vuelves a tocar a mi mujer, te vuelo los sesos.—Grey habló, sacándome una sonrisa.

Me di la vuelta lentamente, con una sonrisa en mi rostro. El hombre era Moreno, esperaba toparte a alguien más blanco, a un ruso, pero no. Miré mi mano derecha específicamente el "anillo" le di un toque a la piedra negra activándola.

—No te metas en esto chico.—Habló en hombre—Lawrence se va a morir, algo grande se viene contra ella.—Dijo nuevamente.

Sentí mucha rabia en el momento en que escuché a ese idiota decir eso, se atrevían a mandar y decidir entre sí me muero o si vivo, estoy harta y aveces quisiera tener a el hijo de puta de Igor Ivanovic enfrente de mi.

Lo mire con los ojos entrecerrados, era tanta la rabia que sentía en este momento. QUERÍA GRITAR

—Buenas noches, cerdo.—Dije, apretando mi puño para ponerlo en su cuello, presionando en anillo contra él.

El hombre se retorció de dolor, de orinó en los pantalones literalmente y cayó al piso. Sentí satisfacción, y se que no debería porque acabo de electrocutar a alguien, pero carajo, luego de que intentan explotarte varias veces la vida empieza a valerte M.

Me volteé dándole la espalda a Hades, me quité el anillo para desactivarlo y ponérmelo otra vez. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda y sentí mi vista empañarse, mi vida estaba siendo una locura, sinceramente.

Solté un respiro que salió desde lo más profundo de mi, y con el salieron dos lagrimas y un sollozo.

Perfecto.

—Vee...—Habló Hades, limpié las lagrimas rápidamente y si un suspiro—¿Estás llorando?

—No lloro.—Dije interrumpiéndolo.