Amarlo fue tonto...
Fue como intoxicarme...
Como perderme a mí misma...
Debería ser ilegal enamorarse del diablo... debería, pero no es así.
Y Venus lo sabe a la perfección.
Enamorarse es una mierda y ella vino a demostrarlo.
POV:Venus.
Mi arma apu...
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Admito que parezco un mapache... robando comida.
Hace una semana que no me reporto al trabajo con la excusa de que tengo un resfriado, no salgo de la habitación para nada ha excepción de cuando llega la madrugada y salgo de puntillas a robarme la comida del refrigerador. Les dije que parecía un mapache, pero robando comida.
Cuando escucho el auto de Grey llegar me preparo mentalmente, porque debe ser así, la cara se me caerá de la vergüenza cuando lo vuelva a ver.
Pero no se te calló cuando sus dedos hacían magia en ti...
Cállate, eso fue distinto.
Admito que olvidé todo. Me olvidé de todo y de todos en el momento en sus manos empezaron a acariciar mi piel, tan suave y delicadamente. Que me dejé llevar, solo eso.
Dilo todo, ¿de que otra cosa te olvidaste?
Me sentí tan bien en sus brazos que olvidé que juré que ningún hombre me volvería a tocar, olvidé mi violación. Y se sintió muy bien olvidar ese recuerdo que no sale de mi cabeza, pero eso solo fue un día, un momento de locura y calentura. Jamás pasará otra vez.
Ya es tarde, son las nueve de la noche he imagino que Hades ya volverá de trabajar, así que me preparo mentalmente, otra vez. Ariadna viene todas las noches a dormir aquí pero jamás me ha visto, siempre pongo la excusa de que se puede contagiar y que eso sería muy malo, y Megan me quiere matar, pero todos los días me envía videos de los entrenamientos y debo decir que van geniales.
Escucho el ruido de un auto detenerse y de paso me detengo yo. Hace un rato me di un baño y decidí quedarme en toalla acostada en la cama, pero decido levantarme y buscar una pijama corta en saten color rose gold. La cual me pongo sin ropa interior "La terquedad me invade" lo sé, trenzo mi cabello.
Escucho voces, y me asusto cuando escucho más de una.
Oh mierda. Esto no me gusta.
Minutos después alguien toca la puerta de mi ahora habitación y habla.
—Venus...—La voz de Ariadna me saca de un pequeño trance—Ya que estás enferma y no puedes ir a trabajar los chicos y yo decidimos hacerte la visita.
Me golpeo la frente con la mano derecha.
Todo lo que te está pasando te pasa por caliente Venus, nadie te mando a levantarte ese día en la madrugada y andar sin ropa interior.
Mente: 1
Venus: 0
—Vee, ¿estás ahí?—Pregunta.
—Amm, muchas gracias, pero no quiero que nadie se contagie, gracias por venir chicos en serio lo aprecio.—Digo con los nervios de punta, literalmente.
Ella calla unos segundos pero como era de esperarse habla otra vez.
—Cariño, eso no es una molestia, que solo es una gripe, sal de ahí.
