Amarlo fue tonto...
Fue como intoxicarme...
Como perderme a mí misma...
Debería ser ilegal enamorarse del diablo... debería, pero no es así.
Y Venus lo sabe a la perfección.
Enamorarse es una mierda y ella vino a demostrarlo.
POV:Venus.
Mi arma apu...
Canción: Not afraid anymore. By: Halsey subtitulada en español✔️ •••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
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—¡Mil veces, Ariadna! ¡Mil veces te he dicho que no hables de esa mujer con nadie! ¡No la menciones! ¡Ni siquiera pienses en ella!—Grité, furioso a mi hermana, todas las personas cercanas a mi tienen prohibido mencionarla, ella fue parte del pasado y en el pasado se queda.
Ella aprieta ambos puños y se pone roja. Estamos en mi cabaña, con estos gritos posiblemente la pringada ya esté despierta y de chismosa, aunque no lo creo, su habitación está un poco retirada de la mía.
—¡No puedes simplemente fingir que no existió! ¡¿A que le temes?! ¡¿O a quien?!—Me gritó de vuelta, juro por Dios que si no fuese Ariadna ya la tuviera pegada a una pared con mi mano en su cuello presionando fuerte su yugular.
Existe una frase que siempre diré y pondré en práctica: El amor es una debilidad y hay que reconocerlo como debilidad.
No hablaré de ella, nadie lo hará.
Miré su diminuto cuerpo por encima de mi hombro, me di la vuelta lentamente y me acerqué lo suficiente como para sentir como casi temblaba. Pero me calmé, tenía que hacerlo.
—Solo, no la menciones, Ari, ella ya no es nadie.—Le digo, y me lo repito a mi mismo varías veces.
—Bueno, ya, lo siento.—Se excusa, luego la abracé.
Se aleja caminando hacia mi cama y se tira de golpe,me la quedo viendo unos minutos y veo que ya no se mueve, he imagino que ya se quedó dormida. Tomo una toalla y salgo de la habitación para dirigirme a la terraza, donde está la piscina. Me daré un chapuzón, ojalá no me dé pulmonía por la hora que es.
Al llegar me quito la franela y el short para quedarme el bóxer, y luego quitármelo también, me relajo y entro. Comienzo a nadar y a disfrutar de la frescura, y de repente, la Pringada aparece en mi mente, sin ser invitada; la niña de papi llega a mi cabeza con su cara de inocente gruñona dándome unas ganas inmensas de golpear su trasero.
Me estresa y me fascina que lo haga, me gusta ver su cara de asustada, amargada e incluso su sonrisa. Lo admito, es hermosa, tiene el cuerpo que cualquier mujer quisiera, desde unos increíbles pechos, una cintura hermosamente pequeña hasta el culo más redondo y deseable que he visto. Ella y todas sus cualidades me vuelven loco, su piel es delicada, como la porcelana pero hay un dolor en ella, alguien la destruyó, lo sé, por cómo mira a los hombres; como me mira a mí.
Salgo de la piscina cuando ya siento que tengo mucho rato, tomo la toalla y dejando toda la ropa tirada solo me llevo solo la toalla, y ni siquiera me la pongo, solo la llevo en el hombro. Deslizo la puerta de cristal quedando frente a la de la Pringada, la admiro unos Segundos y luego voy a la cocina por un helado. Raro, pero me acabo de antojar de helado a las tres de la madrugada.
