Thirty-six

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Hades G.

Lo último que recuerdo es ver su hermoso rostro bañado en lágrimas gritando mi nombre luego de que la casa explotó, me duele tanto verla llorar, ella es importante para mí, no quiero que sufra... Abro mis ojos lentamente sintiendo que algo se mueve a mi lado pegándose más a mí.

—Por favor, despierta...—Escuché que pidió con voz triste, su cabeza estaba recostada en mi pecho.

Ella está acostada conmigo en la camilla del hospital, no hablo de una vez y me quedo mirándola, con sus manos juguetea con la bata del hospital que llevo puesta.

—Tengo tantas cosas que contarte, por favor no me dejes sola.—Sollozó, mi corazón se estremeció al escucharla hablar así, tan preocupada.

Sonrío inconscientemente, Venus me hace feliz y creo que es hora de darlo todo por esto que estamos creando juntos.

—¿Creíste que te librarías tan fácilmente de mi?—Pregunté sorprendiéndola.

Su mirada fue rápidamente hacia mí, sus ojos brillaron de emoción, se fue sobre mi abrazándome fuerte.

—Oh Dios, gracias, gracias en serio muchas gracias...

Le sonreí.—Estoy bien.—Le dije, me dedicó una tierna sonrisa de labios cerrados.

Aún tiene puesto el uniforme del FBI que tenía durante el operativo, su cabello está suelto en ondas cayendo desordenadas.

La puerta se abre dejándome ver a mi padre, Ariadna y a Alec con un par de muletas. ¿Como es que él está caminando y yo no? ¡Le dispararon! Yo solo me caí, Venus hace él intento de pararse pero tomo su mano y la detengo, papá y ella no habían hablado desde lo que me pasó, me enteré de que la culparon a ella por el disparo, pero yo le pedí a papá que no se preocupara, que mataría a quien me disparó, obvio lo hice para que el no se diera cuenta de que fue Ambar, Brad me pidió que no le dijera a nadie sobre ella, y lo entiendo, es mucho que a Venus la quieran matar, supongo que si saben que Ambar está viva también vendrán tras ella.

Ari corrió hacia mi y me abrazó.

—¿Como te sientes, hijo?—Preguntó mi padre.

Papá no fue el mejor, pero tampoco fue el peor, creo que el único mal hábito que tiene mi padre es el narcotrafico, mamá se mudó a Virginia, en una casa frente a la playa, solo para que Alexa, -mi hermanita menor- no creciera en este entorno como lo hicimos los demás, y esta bien, no están separados, siempre hablan, papá la ama y se que ella a él. Siempre va de visita, yo la verdad tengo ya algunos meses que no voy, pero si hablo con ellas por teléfono seguido.

—Estoy bien.—Respondí.

El asiente y mira a Venus ahora.—¿Tú cómo estás, Venus?

Venus salió de un trance en el que aparentemente estaba.

—Oh ¿yo?—Papá asintió—Muy bien, gracias por preguntar tío Ben.

—Me alegro.—Dice y vuelve a mirarme—Tu madre quiere venir a verte.—Me dice.

No me jodas...
Ella no puede venir.
Cuando lo del disparo, le pedí más bien le rogué a papá para que no le dijera y me ayudó con eso, mamá siempre ha sido nerviosa en cuanto a eso, así que siempre trato de no contarle las cosas peligrosas que me pasan.

—Le contaste....—Dije.

—No puedo ocultarle todo, Hades.

—Sabes como es ella, papá.—Respondo duro.

—Es tú madre, no puedes simplemente ocultarle todo, ella tiene derecho a saber.

Negué. Mamá siempre se preocupa de más, puede ser la cosa más mínima y ella la pone mucho más grande, no me gusta preocuparla.

Te arrastraré a mi infierno. +18 {Parte 1} (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora