Fourty two (FINAL)

2.3K 127 31
                                    

Venus L.

Fueron diez minutos, menos, pasaron como tres minutos de que Hades se fue cuando pasó...

Antes de que pasara...

Han pasado seis días desde que no se Hades, tengo prohibido salir de casa pero me la he pasado llamando a Ariadna e incluso llamándolo a él para saber si está bien, el no contesta mis llamadas o mis mensajes, Ariadna solo me dice que Hades está extraño. Estoy preocupada, ¿como le diré sobre el bebé si no quiere verme? ¿O al menos contestar mis llamadas o mensajes? Pero no hace ni una cosa, ni la otra, y eso me pone mal.

Ambar que si puede salir ha ido varias veces a la bahía haciéndose pasar por mí, se que es arriesgado para ella, de su existencia solo sabían mis primas francesas, papá, Chad, Hades y yo. Ahora todos los chicos saben que ella vive y fue algo impactante para ellos, siempre nos están comparando y así, pero al final lo aceptaron, somos dos y ella vive. Extraño a Alaska un montón, estoy sola en mi habitación cuando ella solía estar siempre aquí conmigo y eso me destroza y también extraño a Meg. A fuera cae el diluvio del año para más estar triste, los días lluviosos tienden a ponerme así, tal vez sea el embarazo.

Veo a Ambar entrar en mi habitación como una loca, entra corriendo, como si alguien la estuviera persiguiendo o algo.

—¡Hades está abajo, quiere verte!—Dice casi dando saltos de alegría.

Me pongo de pie rápido, llevo hecho un moño horrible en mi cabeza y estoy en pijamada, parezco una pobre infeliz que no tiene vida propia, y posiblemente sea así.

Créeme, lo es.

—¡¿Bromeas?!—Pregunto, ella niega con frenesí—¡Bien, tú dile que suba yo iré a darme un rápido baño!—Digo, ella asiente y sale corriendo de la habitación.

Busco un pantalón para hacer deportes y una franela blanca me llevo la ropa al baño para salir vestida.
Y lo hago como si fuera flash o algún pariente suyo, me ducho rápido, me visto de igual manera, lavo mis dientes y peino mi loco y desordenado cabello en un moño más decente pero horrible igual.

Escucho la puerta abrirse.

—¡Yo...saldré a dar una vuelta!—Escucho gritar a Ambar—¡Los veo más tarde!—Vuelve a gritar.

Ahora que todo había acabado no podía esperar para contarle, la felicidad me brotaba por los poros, estaba ansiosa por contarle esta gran noticia.

Salí del cuarto de baño y cerré la puerta detrás de mí.

Él estaba de pie frente a la cama, me daba la espalda, se veía como extraño.

—Hades...—Comencé a hablar, entonces se volteó.

Sus ojos reflejaban algo que para mi era decepción, asco, realmente no lo sé, odio esa forma en que me mira en este momento.

—No te amo.—Me soltó, así sin anestesia.

Mi estómago se contrajo y el nudo que se creo en mi garganta me dejó muda por unos minutos y mi respiración se detuvo.

—Yo... no comprendo.

Rodó los ojos como si le cansara mi voz, como si estuviera harto de escucharme.

—Tu jamás me gustaste y todo fue una mentira, ¿te lo explico con manzanitas?—Lo decía tan fríamente que me costaba creer que fuese él, él es... distinto.

Eso era.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, mis mejillas se calentaron y no por estar sonrojada.

Te arrastraré a mi infierno. +18 {Parte 1} (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora