Te arrastraré a mi infierno. +18 {Parte 1} (Borrador)

Seventeen.

Venus L.

¡Mierda, Mierda y más Mierda!

Me metí a la ducha a eso de las 6:00 am sin pensar en si me daría gripe o no. Lo hice por dos cosas que son más que evidentes.

Número uno: Estaba más caliente que un tizón.

Y dos: Estaba jodidamente empapada de mis fluidos y los de Grey.

La mejor noche de toda la existencia.

Ya cierra la boca.

Lo haré, cuando admitas que te gusta.

Ignoro a mi mente y abro la llave sin encender el calentador, agua fría es lo que necesito para bajar esta calentura, justo eso.

Me metí debajo del agua dejando que el frío actuara. Pero no hace nada por mi.

Me frustro...

—¡Mierda!—Suelto de repente.

Tengo tantas preguntas, tantas cosas en mi mente que no sé cómo sacarlas una a una.

En mi mente tenía planeado jamás tener relaciones con alguien en mi puta vida, pero ayer... ayer fue mágico, sentí esas ganas ya intensas de querer que alguien más tocara mi cuerpo, y lo peor de todo es que quería que Hades Grey me tocara y cuando lo hizo, joder me sentí en las nubes.

Yo tenía otra expectativa sobre el sexo, para mi se suponía que dolía, pero ayer, el dolor se fue convirtiendo en placer poco a poco y de pronto estaba gimiendo entre sus labios mientras me corría debajo de él.

Y tremenda corrida mujer.

Abro la puerta del baño y salgo de el como siempre estoy acostumbrada a salir del baño, desnuda.

Y tremenda sorpresa que me encuentro en la cama, Grey está acostado mirándome fijamente con cara de violador de primera.

No encuentro de que manera tapar mi cuerpo así que me metí al closet.

—¡Grey, te doy cinco segundos para que salgas!—Grité, una carcajada seca se escuchó del otro lado haciéndome maldecir.

Escucho sus pasos acercarse a la puerta del armario.

—¿Sabes, pringada?, no se que es más chistoso.—Dice, nada es chistoso Grey el único que se ríe eres tú, maldito—Si el hecho de que ayer en vez de gritar, gemías o el hecho de que no cerraste con llave la puerta del closet y voy a entrar.

Espera, ¿Que?

Miré la cerradura moviéndose y un segundo después Hades estaba frente a mí, con un pantalón de hacer ejercicio y una franela blanca para lo mismo.

Y yo, bien desnuda gracias.

—¡Grey, sal!—Pido en voz alta.

Tomo un jersey que estaba colgando e intento ponérmelo, pero...

Hades me lo arrebata y llega a mi en fracción de segundos.

—Quieres dejar el show, no hay que actuar, o ¿es que ves a alguno de los chicos por aquí? Porque yo no.

Me quedo callada.

Ay Dios, esto se va a poner bueno, ¿Que posición quieres hoy? ¿La del perrito o la del toro salvaje?

Mi mente es ignorada una vez más por mí.

Hades da un paso al frente colocando una mano en mi cintura, el escalofrío me recorres desde la punta de los pies hasta el último mechón cabello. Me atrae hacia él y sin dejar de hacer contacto visual, besa mis labios.