Amarlo fue tonto...
Fue como intoxicarme...
Como perderme a mí misma...
Debería ser ilegal enamorarse del diablo... debería, pero no es así.
Y Venus lo sabe a la perfección.
Enamorarse es una mierda y ella vino a demostrarlo.
POV:Venus.
Mi arma apu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y aquí vamos, el segundo momento incómodo con Grey en un auto.
Me siento bien. Papá me llamó y me dijo que no pensara que me dejaría sola, me colgó para poder llamar a Hades y que así pudiera llegar y Admito que sola no iba a poder con todos esos mal paridos, eran muchos y fácilmente podían coordinarse para acorralarme. Por suerte no pasó y estoy agradecida con Grey y papá por su ayuda, solo por eso.
Solo tenía una pequeñita duda, ¿A donde mierda me lleva Grey? Como soy así de tierna y casual no solo me lo pregunté mentalmente, también sé lo pregunté a él.
—¿A donde me llevas?—Pregunté, aún estoy que me cago, literalmente, los nervios no se me calman. Pero como soy buena actriz, delante de él los disimulo increíblemente bien.
Claro... supongamos que es verdad.
—Al único lugar donde nadie te encontrará,—Mínimo al cielo, pienso—A mi casa.
Pongo los ojos grandes y giro mi cabeza 180º hacia él. ¿Como que a su casa? Yo no le dije que me llevara ahí, no necesito ir ahí. No deseo en lo absoluto compartir con él una casa otra vez. Me estresa demasiado, ya nos veo lanzándonos uno que otro plato o vaso, no, no deseo en lo absoluto ir con él, me rehuso.
—De ninguna manera.—Me niego—Da la vuelta, buscaré un hotel.—Pido.
Al maldito aceleró haciéndome pegar del asiento con fuerza, como si se tratase de un jodido sticker pegado a la nevera, cuando al fin redujo la velocidad lo vi doblar hacia el bosque. ¿Pero que mierda con Grey? Apagó las luces del auto y siguió avanzando, cada vez era más y más oscuro y yo más y más asustada.
Juro que la mierda se me va a salir.
—¡Mira feto en proceso de desarrollo, da la jodida vuelta que me bajo de aquí!—Lo escuché soltar una risilla, pero como era de esperarse no me puso atención.
Maldito seas Grey.
Hasta que en medio de la oscuridad vi dos lamparas encendidas. ¿Su casa queda en el bosque? ¿Quien vive en el bosque? Solo la gente loca se muda en el maldito bosque.
Y ¿tú de verdad piensas que Grey es normal?
Lo miro, las pequeñas pecas que tiene en su rostro lo hacen ver increíble, mi mirada baja un poco quedando justo en su torso, el cual con esa franela negra queda increíble. Me mira y sonríe.
—Bienvenida al infierno, pringada.—Sus palabras me hacen querer enterrarme viva.
—Que conste, que solo me quedaré por hoy.—Digo, su mirada baja por mi cuerpo lentamente hasta quedar en mi entrepierna.
La costumbre de Grey de ponerme incómoda con sus miradas extravagantes.
—Por mi puedes quedarte todo lo que quieras.—Okay, esto es demasiado. La forma en que lo dice hace que cualquier mujer se estremezca y yo me pongo en primera fila.
