Te arrastraré a mi infierno. +18 {Parte 1} (Borrador)

Twenty-three

Venus L.

Una semana.

Hace una semana que estoy aquí viviendo con Grey, no salgo, no hablo mucho con él, de echo ha estado muy extraño últimamente. Llega tarde, cuando yo ya estoy dormida y por dos noches ni siquiera durmió aquí; lo cual me parece mega extraño, solo pasó una noche en la que habló normal conmigo.

Por otro lado las cosas están mucho mejor, mas calmadas, mande a investigar sobre mi sospecha de que el infiltrado es del FBI según los informes de Mikhail, no hay nada aun. Él cree que estoy algo paranoica y puede que si. Pero debe ponerse en mi lugar, alguien que vino a la fiesta ese día dejó entrar a uno de ellos o les informó sobre la ubicación de la cabaña.

Aquí a veces me aburro, creo que en una semana he visto mas Netflix que en toda mi vida, la única que viene es Ariadna y solo sabe la dirección porque Hades tuvo que enviarla a ella a buscar nuestras cosas para poder quedarse a cuidarme en el hospital.

Ari solo viene cuando esta libre de trabajo, ya que papa volvió y tiene a los chicos investigando sobre una amenaza terrorista que hubo por un video en internet, ella sabe que aquí me aburro mucho, no hay mucho que hacer ya que esta cabaña es mucho mas pequeña que la anterior.
Pero no duro un dia mas aquí.

Seco mi rostro con la toalla que utilizo solamente para eso y me miro en el espejo del baño, el golpe de mi cabeza ya es solo un simple rasguño en la frente, ya casi no se ve y puedo taparlo con maquillaje, y lo hago, maquillo mi rostro tapando ese rasguño y lo acompaño con un labial de un tono brilloso. nadie sabe lo ocurrido conmigo y Grey, solo los amigos cercanos, así que puedo volver al trabajo sin ser atacada por casi  ser asesinada. Voy al closet, me pongo ropa interior, un jean negro ajustado unas camisa negra larga, unos botines negros y lo que obviamente no podía faltar, la chaqueta del FBI. Ocupé mi carnet tomé mi  bolsa, la copias de las llaves y salí, entré en el auto que Grey me dejó solo por si hay una emergencia y conduje hasta el cuartel general.

Al entrar algunas personas me miran y tienen la decencia de saludar con un "Hola jefa, espero haya disfrutado sus vacaciones" aparentemente me fui de vacaciones  para las personas aquí.

—¿Vee?—La voz de Chad me hizo voltear—a ver, ¿Qué diablos haces aquí?—Cuestionó.

—Trabajando.—"Daah" Dije obvia.

—No deberías.—Se acercó a mi como para decirme un secreto—Podrías estar en peligro aquí.

—No me digas que hacer.

Rodé los ojos, le di un beso a mi hermano en la mejilla y caminé hacia el despacho de papá. Entré sin tocar, como era mi costrumbre.

Al verme se puso rojo y sabía que no de felicidad exactamente.

—Dame una buena razón para no sacarte escoltada de aquí.—Pidió, pues para mi era muy simple -No me iba a quedar de brazos cruzados escondida y aburrida en la cabaña-

Sonreí.

—Una muy buena, Vee.

Quise voltear los ojos.

—Estoy harta de estar encerrada.—Digo con  naturalidad.

—Lo hacemos por tu bien, por que te queremos proteger.—Dice, me siento bien, pero igual me rio—Además eso no es una buena razón.

Aparentemente papá  no recuerda algo muy importante.

—Estuve sola desde mis dieciséis, me se cuidar.

Pues eso no es lo que parece estúpida.

como la odio a veces.

—Créeme que se lo valiente que eres, pero no puedo perder a dos.—Dice, contó mal.