4- Thomas.

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Ya ha pasado una semana y me alegro de decir que nuestro trabajo va cada día mejor. ¡cada día hay personas nuevas pidiéndonos consejos ! Y no puedo estar más feliz.

Aún estoy en mi casa ya que es muy temprano, mi hermana está durmiendo ya que hoy no va a asistir a la universidad, y mi padre está en la cocina preparando el desayuno, mientras que yo estoy en mi habitación tratando de dar un buen consejo para una carta anónima.

A ver, comencemos desde el principio, la que necesita ayuda esta vez es una chica, la cual está enamorada de un chico dos años mayor que ella. El problema es que ellos no se han hablado casi nunca, solo un par de palabras y nada más.

Okey, lo primero que necesitan es conocerse, claro está. Si esto lo se dificulta Después podrán hacerse buenos amigos, y un tiempo después, cuando se confiesen lo suficiente, ella podrá confesarse.

Dejo la carta a un lado y agarro una hoja en blanco, saco de mi cartuchera una lapicera azul y comiendo a escribir mi respuesta:

Hola!
Ya he leído tu carta y sé exactamente lo que necesitas hacer, no es el primer caso en el que ha pasado esto así que ya tengo claro lo que puedes hacer y si todo sale bien, espero que en algún futuro pueda ayudarlos para que sean pareja.

Lo primero que debes hacer es tratar de acercarte a él para conversar, no debes intimidarlo ni preguntarle tantas cosas, solo puedes comenzar con un saludo y después de apoco te acercar a él para hablar.

Recuerda, no debes insistir tanto en hablar con él, si él no quiere hacerlo, no insistas. En algún momento podrán conservar, yo lo sé.

Pero si nada de mis futuros consejos ayudan,(los cuales te los mandaré en algunas cartas más adelante así vamos viendo El Progreso de apoco) no debes ponerte triste, si él no es para ti, sé que existirá alguien que si, y no debemos rendirnos jamás en encontrarlo.

Así que, no pierdas la fe...

Nos contactaremos pronto. Un beso.

     Grace Evans.

Uff, suspiro al terminar de redactarlo. No quedó como yo esperaba, pero estoy un poco apurada desde que me di cuenta de que tendría que haberme cambiado desde hace media hora y aún estoy en piyama.

Después de cambiarme la ropa y cepillarme los dientes, Recojo todas las cartas que quedaron sobre mi escritorio y las guardo en mi bolso, pero me doy cuenta que he respondido todas las cartas menos una, y hoy yo debería de estar entregando las respuestas a sus debidos dueños. La mayoría de estas las agarre el jueves y hoy, Lunes, tendría Ya que tener una respuesta. Siempre trabajamos así, el jueves es día de recoger las cartas y los lunes, como tarde debemos entregarlas. Nunca nos ha pasado que no hemos entregado una carta, y tampoco pasará.

Agarro la carta, una lapicera y me dispongo a bajar a desayunar.

En la cocina me lo encuentro con mi padre sentado y leyendo el periódico, al verme, levanta la vista de el, y me muestra una gran sonrisa.

—buenos días, frutillita —sonrío ante el apodo, y me acerco para darle un beso en la mejilla.

Desde que soy pequeña papá siempre me ha dicho "frutillita" supongo que ya saben el porqué, ¿verdad? Pues, por si no lo saben, mi cabello es pelirrojo natural, al igual que mi madre.

—buenos días papi —tomo asiento a su lado y él me acerca una taza de café con unas facturas —muchas gracias, estoy muerta de hambre.

Comienzo a desayunar mirando el reloj de la cocina, mientras también trato de pensar una respuesta para la última carta de amor que aún no he leído.

Mis consejos para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora