Mis consejos para amarte

13-Demasiados problemas

Lamentablemente para mi padre y mi hermana, hoy me he levantado de muy mal humor.

¿A que se debe mi mal humor?

Para empezar, no pude dormir muy bien. ¿La razón? No tengo la más mínima idea, pero estuve dando vueltas en mi cama toda la noche para poder dormir. Y cuando por fin logré hacerlo, ¡suena el despertador!

Creo que no he alcanzado a dormir ni tres horas seguidas. Lo que, supongo, que provoca mi mal humor.

Después de cepillarme los dientes, me voy a la cocina a desayunar con mi padre y mi hermana. Sarah ya se encuentra lista para ir a la universidad, a diferencia de mi, que aún estoy en pijama.

  —¡buenos días, Grace! —me saluda mi hermana cuando me ve entrar a la cocina.

  —¡¿que tiene de bueno?! ¡No he logrado dormir en toda la noche! —me siento a su lado, abre sus ojos al escuchar mi respuesta y darse cuenta de mi mal humor.

  —alguien se ha levantado con el pie izquierdo hoy —mi padre deja una taza de té frente a mis ojos y me da un beso en la cabeza —buenos días, cariño.

  —¡¿que tiene de...?!

  —shh, ya hemos entendido —interrumpe mi hermana poniéndome una galleta en la boca para que dejase de hablar.

La miro enojada y ella solo ríe.

¡¿Pero que le causa gracia?!

  —he estado hablando con su madre estos días —dice nuestro padre después de varios minutos de silencio en el desayuno llamando nuestra atención —creo que ustedes ya están enteradas, pero su madre tiene pareja...—asentimos con la cabeza —... y quiere presentárselo en unas semanas.

  —¡¿que?! ¡Yo no quiero conocerlo! —oh, oh. Creo que le he contagiado mi mal humor a Sarah.

—cariño, debes hacerlo.

—¡¿cómo puedes estar tan tranquilo sabiendo que tu ex mujer ha consigo una nueva pareja?!

—¡Sarah! Cállate. ¿Cómo puedes decir eso? Estás empeorando esto.—digo entre dientes mirando de reojo a mi hermana, tratando de calmar la situación.

—como si a ti no te afectara—susurra mirando en mi dirección.

—al parecer soy la más madura de las dos, ¿verdad? Te estás comportando como una niña malcriada, se supone que yo soy la hija menor, no tú.

  —ya basta las dos —nos interrumpe a ambas nuestro padre —es la vida y decisión de su madre, y deben respetarla.

Sarah se levanta de un salto y sale de la cocina dejándonos a mi padre y a mi solo.

  —aveces parece que ella fuera la adolescente y no yo —comentó haciendo reír a mi padre.

  —a ella también le ha afectado mucho el divorcio, creo que mucho más que a ambos.

—aún así, debe entender que mamá también merece ser feliz.

—lo se cariño, pero no todos tomamos la misma noticia de la misma manera. —asiento llevando la taza de té a mis labios y bebiendo el último sorbo de ella.

—si me disculpas, iré a prepararme, estaré Lista en quince minutos.

Camino a mi habitación, elijo la ropa que llevaré hoy, la llevo al baño para después bañarme, y al terminar, ponerme la ropa que acabo de elegir.

Guardo todas mis cosas necesarias en mi bolso junto con mi libreta y las cartas que tengo que entrar hoy a sus debidos dueños. Por último, meto mis auriculares, y antes de guardar mi celular en mi bolsillo, me doy cuenta de que tengo mensajes de Mía.