7- Amistad

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Aún sin encontrar mi cuaderno, fui obligada a venir al instituto. Gracias madre.

Estuve toda la noche tratando de buscarlo con calma ya que pensé que lo había buscado muy apurada y que por eso no lo había encontrado, pero me equivoqué y si lo olvide en la casa de mi padre. Y ahora el no está allí y vuelve la semana que viene.

¡que bien! - nótese el sarcasmo en mis palabras.

Ya dejamos a mi hermana en la universidad así que Mi madre recién acaba de traerle al instituto, aún así he llegado temprano. Camino hasta mi casillero y lo abro de inmediato con la esperanza de qué tal vez deje mi cuaderno aquí, pero le decepciono al ver que no fue así. Guardo todos los libros de las materias que no necesitaré hoy y las cambio por las que si. Estoy tan concentrada tratando de que no se me caiga nada que no me doy cuenta de la presencia de alguien más detrás de mi hasta que suelta una carcajada haciendo que casi tire todos los libros que tengo en mi mano.

—¿dejaste de dar consejos de amor y ahora te dedicas a hacer malabares, Grace? —dice Thomas con una sonrisa burlona.

—claro que no, pero no me vendría mal una ayuda.

Se acerca inmediatamente a mi y agarra la mitad de los libros que llevo en mis brazos.

—¿necesitas todo esto?

—¿crees que los tendría si no los necesitaría? Déjame decirte que no.

—¿qué hago con esto? —levanta los libros que tiene en sus dos manos señalándolos.

—tengo que guardarlos en mi casillero, espérame un momento —guardo los que tengo en mi mano dentro de mi bolso y al terminar agarro los que sostiene Thomas y los meto en mi casillero, termino cerrando con un gran portazo para que no se me caiga todas mis cosas encima. —gracias por la ayuda.

—yo tendría que agradarte en realidad, me comporté mal contigo el otro día, y lo siento.

—no tienes porque, no me has hablado por un año entero, por lo menos algo es algo. —hace una mueca. —tengo que irme gracias.

Comienzo a caminar alejándome de él y Trato de evitarlo para no seguir mirándolo fijamente, pareceré una loca si lo sigo mirando de esa manera.

—espera. —se adelanta unos pasos tomando mi brazo haciendo que yo retroceda y que mi corazón comienza a latir más rápido que lo normal al quedar frente a él —tengo que explicarte algunas cosas —rasca su cuello nervioso.

—estoy ocupada en serio —miento a la vez que trato de alejarme de él pero me lo impide agarrando con más fuerza mi brazo. —Thomas.

—no es cierto, Grace. Aún no sabes mentir bien.

—no es mi culpa que no me creas, debo irme ahora, ¡suéltame! —golpeó su brazo.

—solo hablemos.

—¿tardará mucho?

—depende.

—¿que?

—si quieres escucharme —mira mis ojos fijamente.

Mis consejos para amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora