Noches LIII: Van Gogh

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Emma apretó fuerte su mandíbula. No le importaba morir, pero no quería que Banshee muriera contra un mocoso, no podía. No le dolía el hecho de que fuera a morir, eso casi que lo agradecía, excepto por el hecho de echar de menos a Aaron; era el hecho de su orgullo lo que le dolía.

Emma no pudo evitar alzar la vista como pudo hacia la ventana, hacia su preciado coche que ya pronto daría igual. Apretó la mandíbula aún más fuerte, pensando en que realmente no quería morir de ese modo. Entonces se percató de que Hayden no estaba en el coche, ni afuera.

- Deja el arma -dijo entonces una voz desde la puerta.

Era Hayden. Nicholas desvió su mirada de Emma a Hayden y con dificultad debido a sus hinchados ojos miró al inglés apuntándole con otra arma. Ella, aprovechando el despiste, con su mano rompió la ventana, ensangrentándosela y rasgándosela, pero cogiendo un trozo de los cristales. Y tal y como había hecho Nicholas anteriormente, ella se lo clavó esta vez pero, en la pierna haciendo que la soltase y con ambas manos se tapase la herida del cristal. Ella cogió otro cristal y le dio un rodillazo en sus partes íntimas para luego darle otro en la nariz.

- ¡Te dije que te quedases en el coche! -le gritó a Hayden con rabia mientras le clavaba el cristal que había cogido en el hombro a Nicholas, que estaba tumbado en el suelo.

- ¡¿Estás de coña?! -le dijo él desde la puerta.

Emma siguió dándole de puñetazos en la cara a Nicholas descargando la rabia que sentía por casi morir de ese modo tan tonto, mientras dejaba ir pequeños gritos de impotencia.

Finalmente se levantó dejando a Nicholas en el suelo y miró a Hayden en la puerta.

- ¡No necesitaba tu ayuda! ¡Podría hacer lo que hecho exactamente igual! ¡Vuelve al coche de una puta vez! -le gritó haciendo que Hayden frunciera el ceño con rabia.

Mientras que ellos discutían, Nicholas se levantó como pudo apoyándose en el sofá y cogió a Emma del cuello. Ella rodó los ojos harta de que todos la cogieran del cuello y dio un cabezazo hacia atrás dándole en la mandíbula a Nicholas para luego cogerle con la mano en dos nervios de su mano y rompiéndole la muñeca salió del agarre. Finalmente le dio otro puñetazo bajo la mandíbula que lo tiró contra el respaldo del sofá.

- ¡¿A ti te parece que necesite tu puta ayuda?!

Nicholas, que se negaba a dejarse ganar y llevar por esos dos volvió a tenerse en pie, y cogiendo el bate que había quedado cerca intentó un golpe vertical a Emma, quien lo vió por el reflejo de otra ventana y lo esquivó ladeando su cuerpo 90º. Rápida como era cogió el bate poniendo su mano arriba de la de Nicholas, le dio un codazo en la nariz ya partida y luego poniendo su otra mano en la punta del bate dio otro golpe hacia dentro, volviendo a ir hacia sus partes.

- ¡¿Por qué no puedes simplemente darme las putas gracias?!

Nicholas volvió a caer al suelo de rodillas y de ahí ya no volvió a levantarse.

- ¡Por qué no te he pedido que me ayudases! -dijo ella volviendo a gritar.

Cogió aire, lo expulsó, y se pasó una mano por la frente, quitando sudor mezclado con sangre de los arañazos de la lámpara, seguidamente notó una fuerte punzada en el costado y dirigió su mano hacia ella, empapándola de sangre.

Hayden quiso seguir gritándola por ser tan cabezota pero simplemente bufó y se acercó a Nicholas para cargarlo.

- Aunque si quieres lo dejo, a ver como lo llevas sin mi ayuda -le dijo a ella.

Ella lo volvió a mirar con el eceño fruncido con ganas de seguir la pelea de Nicholas pero con él y dijo en un tono aún más fuerte.

- ¿Quieres verlo? No me hace falta tu maldita ayuda, ni la tuya ni la de nadie.

NOCHES: BansheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora