Noches LIV: Psique

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Emma se encontrada tumbada en el sofá blanco de su piso principal. Cogiendo con fuerza el respaldo de cuero del sofá, mordiendo con los dientes debido al fuerte dolor que sentía en ambos lados de su torso. Y con otra mano aguantando una bolsa de hielo en diferentes zonas de su rostro.

Mientras, se odiaba por haber dejado que Nicholas le hubiera hecho todo eso, a sabiendas de que unos meses atrás no hubiera podido. Lo cual la hacía preguntarse si había sido el estar con Aaron lo que la había hecho ser más "débil".

Un sonido al lado de ella sonó. Con dificultades cogió su teléfono.

Aaron: ¿Quieres ir a comer a algún lado?

Emma, sin ganas ni siquiera de contestar dijo brevemente

Emma: No me encuentro muy bien.

Casi al instante de haber enviado ese mensaje su móvil recibió una llamada, era Aaron. Pero ella le colgó con un nudo en la garganta. No quería hablar con él porque no conseguía deshacerse de Banshee, pero peor aún, porque se volvía a encontrar en la suma mierda que hacía tiempo que no la perseguía. No sabía por qué, quizás porque no quería que la viera magullada como estaba, tanto física como psicológicamente, o quizás porque necesitaba tiempo sola para pensar en cómo había cambiado.

Tras colgarle apareció otro mensaje que denotaba mucha preocupación:

Aaron: ¿Qué te pasa?

Pero Emma simplemente ignoró el mensaje y se dispuso a tomar otro par de pastillas más.

Aaron: ¿Quieres que vaya a tu casa?

Tras tomarse las pastillas Emma, con mucho cuidado, se volvió a sentar en el sofá. Cogió el móvil y se lo pensó.

Como ya había dicho no quería verle, sobretodo porque era pensar en él y por alguna razón sus ojos se envidriaban. Desde luego no quería que la viera en ese estado, ni físico, ni psicológico. Pero por otro lado, justo por eso, mentiría si dijera que no le necesitaba más que a cualquier pastilla.

Fue a escribir algo, cualquier cosa, pero lo borró no sabiendo qué decir, en parte comida por su orgullo y Banshee.

Una punzada en su costado la hizo soltar el móvil. Se encogió y se acabó tumbando en el sofá hecha una bola. En cuanto dejó de notar el dolor cogió el móvil y acabó enviando:

Emma: Haz lo que quieras

Emma se sentía mal por haber enviado ese mensaje tan borde, tan desganado, tan en acorde con cómo se sentía. Pero era Banshee quién lo había hecho, a esperas de que Aaron se alejara de ella. Y ella a sabiendas de ese trasfondo, de lo que inconscientemente buscaba provocar con ese mensaje, se encogió más intentando reprimir unas grandes ganas de llorar.

Por otro lado Aaron no pudo evitar sentir como se le giraba el estómago al ver ese mensaje y denotar ese tono desganado de Emma, pensando en que se habría cansado de él. Pero intentando ser optimista intentó verlo como que se encontraba mal como cuando la conoció y que intentaba alejarlo de ella, por lo que no se dio por vencido y envió:

Aaron: Pues voy a tu casa.

Aaron se quedó unos minutos esperando alguna respuesta, cualquiera, pero no llegó. Notó algo de dolor en su interior pero intentó no pensar mucho en ello, al menos hasta que no llegara con ella y supiera qué era lo que pasaba.

Emma por otro lado al leer eso le entraron unas ganas terribles de decirle que no, pero al mismo tiempo, tenía la necesidad de que llegara ya de una vez. "Eres gilipollas" se decía ella, mientras arqueaba la cabeza mirando al techo con los ojos llorosos debido al dolor que sentía. Pese a que no sabía cuál le dolía más, si el de las magulladuras, o el de su cabeza y corazón.

NOCHES: BansheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora