6. Él, ha vuelto.

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Nico.

PARTE I

Sueño.

"Corría por Olimpo, mientras esquivaba los monumentos gigantes que caían. Sentí como alguien me observaba. Seguía corriendo, cuando el suelo se abrió bajo mis pies. Empecé a sentir pánico mientras caía.

Oía gritos a mi alrededor, vi como una chica de pelo negro también caía a mi lado. Era familiar. Ella mantenía los ojos cerrados mientras caía, pero veía claramente como quería abrirlos.

Ni siquiera podía hacer un viaje en sombra hasta el suelo intacto, me sentía débil. Finalmente choqué contra unas baldosas. No sentí dolor de la caída. Miré a mi alrededor, había aparecido en el templo de Atenea.

Sin saber, volteé mi mirada hacia arriba, la pelinegra seguía cayendo. Inmediatamente me levanté del suelo, dispuesto a cogerla. Pocos segundos después, ella ya estaba en mis brazos. La apreté fuertemente contra mi pecho. Sentí la necesidad de protegerla, aunque no la conocía.

Ella abrió los ojos débilmente. Pude ver como su mirada azulada conectaba con mi mirada oscura. Una fuerza desconocida se apoderó de mí. Alguien me decía que la soltase. Poco después una flecha atravesó mi espalda. Esta vez sí sentí dolor, y solté a la chica que volvía a tener los ojos cerrados.

Caí sobre mis rodillas, y vi como un charco de sangre se formaba a mi alrededor."

Fin del sueño.

Desperté con la respiración acelerada. Últimamente soñaba lo mismo varias veces, y no entendía porqué.

Miré a mis contornos, divisé a Sophía durmiendo plácidamente. Permanecía extremadamente tierna así, sonriendo levemente con las mejillas rosadas.

Eran las cinco de la madrugada, pero el sueño no volvía a mí. Decidí ir al baño. Justo cuando volvía, oí a Sophía susurrar mi nombre en sueños. Seguramente te lo estas imaginando –me dije a mi mismo.

Mi mirada volvió a ella y sin saberlo me encontraba de rodillas delante de MI cama, acariciándole la mejilla suavemente. Sentí un fuego intenso dentro de mí, y mis dedos comenzaron a arder, pero se sentía bien. No quería separarme de ella.

¿Por qué siento fuego? Porque ella te hace sentir lo que está sintiendo en ese momento. –respondió mi consciencia muy inteligente. -¡Claro que soy inteligente! Más que tú, seguro.

Rodé los ojos ignorando la respuesta. Aquello era ridículo. ¡Venga ya! Y yo soy la reina de Inglaterra.

¿Por qué me siento así? Porque la quieres –volvió a responder mi consciencia.

Eso sí que es imposible. Solo la conozco de una semana, y solo porque sienta cariño hacia ella...¡¿What?! ¡Nico, a ti no te importa nadie más que tu familia! Me estoy volviendo loco.

Y tú, ¿Cómo sabes eso? –volví a preguntar. Pero esta vez no obtuve respuesta. ¡Maldita consciencia!

Besé dulcemente la mejilla de Sophía (no sé porqué lo hice fue un impulso, se veía tan mona...¡Nico!). Volví a meterme bajo mis sábanas, esta vez sí dormí, pero no soñé nada.

Sophía.

Cuando desperté el sol ya se había instalado cómodamente sobre mi mejilla, otra vez. Abrí los ojos molesta por el sol, pero seguidamente volví a cerrarlos.

—Si no te levantas ahora mismo, iré a hacerte cosquillas —vi a Nico en el umbral de la puerta del cuarto, ya vestido.

Murmuré algo incomprensible y dije aún con los ojos cerrados:

DARKNESS UPON ME (Nico di Angelo) *CORRIGIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora