14. Error.

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Nico

Su aroma suave a primavera invadió mis fosas nasales. Su cabello oscuro con olor a miel acarició mi barbilla. Sus lágrimas humedecieron mi franela negra hecha un desastre. 

Sus brazos rodeaban mi cuello haciéndome imposible no querer abrazarla y detener el tiempo para permanecer para siempre así, se sentía tan bien. 

Esa sensación de plenitud que te llena el corazón. Todo eso tenía un nombre: Sophía, hija de Érebo y Nyx.

¿Quién lo diría? 

Una simple chica con caráter fuerte, dispuesta  a dar todo por sus seres queridos, una chica dispuesta a nunca rendirse, a no dar por vencido la posibilidad de querer a alguien aún habiendo sufrido. Simplemente llegó y inundó mi vida con colores. Mi mundo negro, oscuro, solo, ahora estaba lleno de colores, posibilidades, y creencias.

Y decir que todo empezó cuando Quirón me envió a Nueva York...

Inicio del flashback:

Claro que tenía que ser yo. 

No, no podía ser Percy el que viniese a la cuidad en busca de una mocosa semidiosa. Él estaría demasiado ocupado, ¿no? Justo hoy. 

Hoy que llegaba Hazel y quería verla tenía que ir a Nueva York, entrar en un instituto para buscar a alguien "fuera de lo común". La próxima vez me quedaría en el Inframundo junto a Hades, mejor que tener que ir en esta estúpida misión ya era.

Después haber viajado unos minutos en viaje en sombra llegué al lugar que me habían obligado a ir. Como todos los colegios era grande, lleno de niños, lleno de dibujos en las ventanas de las clases, era bastane colorido para mi gusto.

Entré en el edificio ignorando las trillones de miradas que la gente alrededor me dirigía. Continué mi camino a paso ligero. 

Al pasar junto a un grupo de chicas que rondaban los 16 oí murmullos sobre mí. 

—¿Quién es el chico guapo?  

—No lo sé, pero está mejor que Carter.  

...

Sonrreí de lado, muchas chicas creían que era sexi y atractivo. Pero ninguna de ellas nunca había llegado a mi corazón. Sí, algunas de ellas no estaban mal, pero aún así les faltaba lo que yo buscaba. Ellas eran todas iguales, yo buscaba lo diferente.

Seguía sumergido en mis pensamientos y observaciones sobre el lugar cuando oí la voz de un chico gritar.

Giré mi cuerpo y vi una escena que me dijo claramente que había encontrado lo que yo buscaba.

La chica estaba rodeada de sombras, tenía los ojos negros como si alguien la estuviera controlando. Parecía estar sufriendo. Su pelo negro estaba despeinado. Sus ropas eran parecidas a las mías, todo oscuro menos sus zapatillas rojas como la sangre.

Vi como una mujer con gafas quiso acercarse a ella extendiéndo su mano hacia ella. De inmediato la profesora (eso supuse que era ya que llevaba gafas y unos libros en la mano) apartó la mano como si alguien la hubiese quemado.

De la nada las sombras desaparecieron y la chica de cabello oscuro cayó al suelo. Cuando volvió a levantarse me sorprendí. ¿Cuánta energía había utilizado para convocar a sus sombras? Pude distinguir el verdadero color de sus ojos. Un azul eléctrico que dejaría a cualquier chico embobado si no fuera por el rudo aspecto de la muchacha.

La mujer de gafas cogió un quita llamas y le dió  fuerte contra la cabeza de la pelinegra. Fue entonces cuando reaccioné. Andé rápidamente hasta la escena, la profesora había vuelto a golpear la chica mientras gritaba. ¿Qué demonios era lo que esta chica podía hacer? 

Noté como ella iba perdiendo su equilibrio y pronto caería al suelo. Suerte para ella que llegué a tiempo y la cogí en mis brazos. Enlacé una mirada con ella para comunicarle que estaría bien, pero ella cayó ante el cansancio.

Ese fue mi primer encuentro con la chica que cambiaría mi vida y aportaría todos los colores que le faltaban.

Fin del flachback.

Me separé un poco de ella para mirarla directamente a sus preciosos ojos azules. Ya lo sabía pero quería decírselo.

 — Apareces en mi sueño. — Susurré acariciando su mejillas suave. 

Ella abrió un poco los ojos en sorpresa haciéndome soltar una risa ronca.

—   Tú también en los míos.  

Ella volvió a abrazarme. Rodeé mis brazos  alrededor de su espalda.

— Te he echado de menos idiota — habló sobre mi pecho, haciéndome cosquillas.

Acuné su cabeza.

— Yo a ti también.

Sus ojos encontraron los míos, sabía lo que venía a continuación. Pero no podía por mucho que quería.

Recordé de las palabras de Prometeo:

— Si se enamora de ti y tú de ella, ella morirá.

La consecuencia de mi enamoramiento sería la muerte de ella. Y sé que eso no podría aguantar nunca.

Me separé de ella. Besé su frente y me despedí de ella dándole las buenas noches.

La dejé llena de dudas y ese fue mi error.

El comienzo del peor error de mi vida.


~*~

¡Hooolaaa!

Siento que le capítulo sea corto :( Pero es que no me dió tiempo a más.

Dentro de poco entraré en exámenes  y probablemente no suba capítulo pero eso no significa que no vaya a seguir con la historia, ¿eh? Simplemente que tendré que usar mis horas libres para estudiar. Espero que puedan entender. :)

Anywayyyy, gracias por leer, votar y comentar.

Os quiere ;)

-Annie

DARKNESS UPON ME (Nico di Angelo) *CORRIGIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora