21. Descubrimiento.

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Seguramente, queréis pensar que en el momento en el que la roca comenzó a caer encima de mi, Nico llegó para rescatarme. Como suele ocurrir en todo cuento de hada. El príncipe caballeroso acude a salvar a la bella dama en peligro.

Pero no.

Nada de eso coincidía con mi versión de los hechos.

Primeramente, en todo ese caos con la cueva derrumbandose, yo sería la última persona del universo que actuaría de bella dama, en ese momento, claro. Mi ropa estaba rasgada, tenía algunas heridas que sangraban, sobre todo en las manos y rodillas, y mi cabello parecía en su estado real un nido de pájaros. Sinceramente cualquier persona que me categorizase como una princesa, directamente sería un imbécil por siquiera mirar bien mi estado.

Segundamente, - estoy consciente de que no se dice así-, Nico no acudió en ningún momento a rescatarme. Puede bien que se parezca a un príncipe oscuro que esconde sus verdaderos sentimientos de las personas solo para no salir herido, como otras tantas veces ya ha pasado, o simplemente se quiere hacer de chico malo y misterioso para obtener atención.

Terceramente, - creo que esto si que se puede decir así pero bueno yo sigo contando-, esas escenas de amor forever y las de, vivieron felices para siempre, no existen.

Como decía mi tía Rebecca, son fantasias hechas para adornar las páginas de los cuentos. Fantasias que hacen un final feliz, sí, pero a la vez un final inconcluso. Las personas de hoy en día creemos que la parte difícil de estar en una relación es antes de casarnos. Pero en realidad nos estamos equivocando enormemente, la historia empieza de verdad una vez que la pareja está casada. ¿Después de la boda y las celebraciones de esta que viene? Pues la vida real. Dejas de vivir en idioteces de tu adolescencia-adultez joven, aser consciente de todo y tener que empezar a tomar decisiones serias.

Resumiendo que Disney es fantasía pura y dura. A parte de que odio esas películas de princesitas...

Bueno, habeis leído todos mis argumentos sobre lo que creíais que pasó pero realmente no pasó.

Ahora contaré lo que sucedió.

Fui tan ingenua que creí que Nico también llegaría a ayudarme.

Pero no. Solo fantasias mías.

Rayne seguía dentro de la cueva durmiendo como una osa. ¡Dioses, la próxima vez no hace falta ni darle un tranquilizante para que se duerma!

No podía dejar a mi hermana tirada dentro de la cueva estaba en contra de mis derechos, y aunque tuviera poderes inmortales tales como la protección ante cualquier caso. Es decir, Rayne se protegía sola, hasta cuando estaba durmiendo.

Debía encontrar una solución. Y rápido.

Fue entonces cuando la ayuda cayó del cielo. No, pero literalmente, CAYÓ del cielo. Frente a mi se encontraban mis padres. Los mismos que me dejaron encerrada durante casi un mes en el Tártaro.

—Venimos a ayudarte, te explicaremos todo luego —dijo mi madre, sonreía levemente como si recordará algo valioso.

—Sí, tu madre tiene razón. Hemos averiguado algo sério e importante. —Respondió mi padre.

Asenti con la cabeza en silencio. Al fin y al cabo habían venido a salvar a mi hermana.

Mi padre alzó los brazos al aire. La cosa fue tan rápido que ni siquiera vi como fue que el dios de las sombras desapareció y volvió a aparecer al cabo de dos segundos sin la rosa encima nuestro.

Mi mamá al ver mi cara de confusión solto una pequeña risa que me hizo sonreír.

—Hija, corre dentro a por tu hermana, acaba de despertar de su invierno —dijo la diosa de la oscuridad sonriendo.

Corrí dentro de la cueva buscando a Rayne.

Después de entrar y salir unas trescientas mil y ochenta y tres  veces de las cuatrocientas noventa y dos entradas y agujeros que había en la cueva, finalmente la encontré en el último. Al fondo de todo. Tenía cara de haber dormido profundo y bien. Cosa por la que sonreí.

—Buenas tardes hermana —dije, divertida.

—¿Que hacemos aquí Soph?

—Te explico fuera dormilona, ahora tenemos que salir antes de que la cueva se caiga encima nuestro.

—¿Hé dormido mucho ?

Ahí fue cuando estalle en risas.

—Ray, parecías un oso invernando.

Entonces, ella se unió a mi risa.

Cuando llegamos a fuera, Rayne quedó con una cara de médio dormida-sorprendida en el rostro.

Era extraño y a la vez cómico. Rayne tenía el pelo negro que parecía recien salido de la peluquería y yo tenía el pelo que parecía un propio nido de pájaros.

Los ojos de mi hermana inundaron en lágrimas al ver a mis padres. Ella fue corriendo a abrazarles. Los tres se fundieron en un  tierno y cariñoso abrazo. Al que dos minutos después me uni yo a la fuerza.

Tras habernos separado mi padre habló en todo firme.

—Ahora tenemos que contaros algo serio.

Las dos miramos expectantes a nuestros padres.

—Prometeo sólo es un cebo, hay alguien mucho peor detrás de esto todo.

—Y no vais a creer quién es....

DARKNESS UPON ME (Nico di Angelo) *CORRIGIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora