Sophía
Habían pasado dos semanas en el campamento desde el ataque de las empusas. Fue complicado matarlas, ya que justo después unos escorpiones aparecieron.
Hazel y yo nos en caminábamos hacia la Casa Grande, en la cual tendríamos una reunión para discutir el asunto de Uranus.
—Sabes... Nico te quiere —dijo Hazel, sonriendome, tranquila.
Una oleada de mariposas pasó por mi estómago al escucharla. Maldecí interiormente por como Nico me afectaba.
Sonreí de vuelta y aparte la mirada de sus bonitos ojos color de oro.
—No, no lo creo. Lo hace para ayudarme, nada más. Y le agradezco por haber organizado toda esta misión —respondí.
—En el fondo sabes que no es así, Soph. Mi hermano tiene sentimientos por ti —contestó ella —, Además, hacía mucho tiempo que no le veía así de feliz. Bueno feliz fuera de todo este asunto de Uranus.
Reí por su enredo de palabras, Hazel era muy graciosa.
Piper y Annabeth que caminaban detrás nuestro se unieron a nuestra conversación.
—¡Hey chicas! —saludó Pipes, contenta.
—¿Como puedes estar feliz un día lluvioso, a las 7:00am, sabiendo que probablemente vayamos a morir? —pregunté, incrédula.
Me parecía fascinante como Piper ante cualquier situación se mantenía tranquila e intentando sacarle el Aldo bueno a las cosas.
Annabeth y Hazel rieron.
—Y que lo digas Soph, no entiendo como Pipes puede ser tan optimista —añadió Annie.
—¡Eh! ¡Yo bi soy así! —protestó, la hija de Afrodita, fruncido ceño.
—Claro, claro. Venga vámonos Miss Sunshine —comentó Hazel.
Entre risas y bromas, finalmente nos reunimos con los chicos en la Casa Grande.
Piper corrió a abrazar a Jason, quién sonrió feliz al ver a su novia. Frank rodeó la cintura de Hazel y Percy besó a Annabeth sonriendo. Call y ya se encontraba con Leo y los dos reían de algo; probablemente de alguna tontería de Leo.
Miré hacia la dirección en la que se encontraba Nico.
Estaba apoyado contra la pared mirando hacia el suelo.
Su cabello negro estaba desordenado como siempre. Debajo de sus oscuros ojos, se encontraban las características ojeras de Nico. Su players negra se pegaba a su cuerpo definiendo sus músculos. Su piel pálida era la misma de siempre.
Mis ojos hicieron contacto con los suyos.
Las mariposas no tardaron en aparecer, como de costumbre.
¡Os odio mariposas!
—Hola... —murmuró, acercándose lentamente hacia mi.
La noticia que me dio hace dos semanas me atormenta a cada noche.
Aún desconocía la razón por la cual Nico me había abandonado, pero me era difícil perdonarle hasta ahora.
Continuaba sintiendo por él, deseaba perdonarle y que todo volviera a ser como antes.
Todo no es posible.
—Hola —respondí con una débil sonrisa.
Nico tomó mi mano entre la suya y me condujo hacia dentro de la sala.
Nuestros pasos fueron seguidos por todos los demás, que lentamente nos siguieron hablando animadamente.
Después de colocarnos alrededor de la mesa de ping-pong, Quirón comenzó a hablar.
—Tenemos una amenaza, como ya sabréis. —todos asentimos con la cabeza—, Uranus ha vuelto del Tártaro y de alguna forma se ha reformado.
Eso no lo sabía...
—Hace un mes, Nico se ofreció ir como espía al campamento enemigo, a donde Prometeo y Uranus —mis ojos se abrieron en sorpresa —Fue hechizado, pero volvió sano y salvo. Gracias a él hemos obtenido una gran parte de nuestra información.
Mis ojos encontraron los de Nico. Lo miré expectante, él me devolvió la mirada triste.
Así, que ahí habías estado todo este tiempo.
¿Por qué Nico?
—Tengo un plan, —dije atrayendo las miradas de todos.
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DARKNESS UPON ME (Nico di Angelo) *CORRIGIENDO*
Hayran Kurgu❝Cuando lo único que te envuelve es oscuridad, ¿qué haces? Buscas la luz,... o te hundes en la oscuridad.❞ Sophía siempre estuvo sola. No tenía amigos, ni padres, ni familia. Monstruos la perseguían constantemente, porque su poder la delataba desde...