12. El Espejo.

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—¡Cierra los ojos! —me gritó mi hermana, corriendo hacia mi.


La mire con confusión. Pero al ver la mirada de confianza que me dirigía, obedecí.


Cerré los ojos fuertemente, poco después noté como me agarraba de la mano.


Un frío intenso se apoderó de mí, era como si Zeus me estuviera dando con su poderoso rayo, sentía millones de voltios en el interior de mi cuerpo.


Sentía dolor, pero no tenía miedo.

De alguna forma u otra, Rayne me transmitía seguridad, como la que sientes tú cuando estás con tu herman@ mayor. Esa seguridad que sientes cuando estás con tus papás. Esa seguridad, me la transmitía Rayne, mi hermana, a través de su confianza. Confiaba en mí plenamente, sabía que yo podría salvar a nuestra familia, sabía que yo escogería la opción correcta.

Sabía que papá y mamá me estaban viendo en ese momento, ellos sabían que al final Rayne me encontraría y me ayudaría a encontrarme a mí misma. A la mina niña que era al principio de mi vida, cuando pensaba que todo en mi vida era perfecto.
Pero lo perfecto nunca dura.


No sé cuánto rato estuve con los ojos cerrados, pero para mí se me hizo eterno.


Era como si estuviésemos viajando por el pasado. En mi cabeza veía miles de imágenes, y en casi todas aparecíamos juntos, la familia entera.


Disfruté de la serie de recuerdos que comenzaron a volver a mi mente. Disfruté de la calidez que la mano de mi hermana enmangaba.


Las imágenes empezaron a pasar con más rapidez y supe que estábamos llegando.


Mi hermana me soltó la mano y susurró:


—Hemos llegado, puedes abrir los ojos Soph —abrí mis ojos lentamente, como si alguna radiación me quitaría la vista —. Normalmente los viajes así no suelen tardar tanto, pero esa puerta está protegida con magia muy poderosa.


—¿Qué ha pasado con Dolos?


La cara de Rayne dejó de brillar como era siempre por un momento.


—Sigue detrás de esa puerta —mire hacia donde mi hermana señalaba.


Era una puerta grande de madera, tenía decorados muy bonitos. El marco de la puerta estaba ilustrado con la infancia de cada uno de nuestros hermanos. Y encima de la puerta se encontraban mis padres, tallados en madera. Parecía un árbol biológico. De esos que aparecen toda la familia.



—Dolos intentará entrar aquí. Si no nos damos prisa, llegará antes de que nosotras podamos salir —explicó Rayne con expresión preocupada.



—Bien. ¿Dónde está el espejo?


Mi hermana señaló a algo que se encontraba detrás de mí.


Giré mi cuerpo y delante mío se posicionó un enorme vidrio de dos metro de altura y uno y medio de ancho. Estaba rodeado por un marco dorado, que también sostenía al espejo de caer al suelo.


No me había fijado en la habitación antes. Pero es que tampoco había mucho que ver. La sala oscura, era oscura como su nombre indicaba. Pero el espejo transmitía luz, y gracias a ella podía ver el resto del cuarto.


La sala estaba totalmente vacía, el suelo era cemento blanco como las paredes. En el centro de encontraba el espejo con todo su lujo. Y detrás de él la puerta.


Realmente no lo entendía. ¿Construir una sala gigante, porque si fuera pequeña okey, pero era enorme, para solo un espejo? ¡Venga ya! Es una locura.


Vi mi aspecto reflejado en el vidrio que se encontraba delante. Tenía una pinta H O R R I B L E, sí escrito así. Mi cabello negro estaba lleno de hojas del jardín, a parte de eso estaba desordenado, como siempre. Unas ojeras negrísimas hacían resaltar el color azul eléctrico de mis ojos, que en ese momento estaban rojos. Mi cara estaba pálida, parecía la hermana de una tiza. En serio.


—Tienes que concentrarte en visualizar lo que realmente quieres. En este caso, lo que traman Dolos y Hemera.


Asentí en silencio, y empecé con mi misión.


Cerré los ojos suavemente, alce mi mano y con el dedo índice toque el espejo.
Sentí como si una descarga eléctrica ocupará mi cuerpo. Pero continue con lo que debía hacer.


Enséñame lo que realmente quiero, dime que es lo que Dolos quiere de mí. Dime todo por favor. 


Una serie de imágenes comenzaron a aparecer en mi cabeza, como si fuese una película.

En el espejo:


Vi a Dolos arrodillado delante de alguien vestido totalmente de negro.


"Me estás fallando Dolos. ¡Tráemela ya! ¡¿Entiendes?!" Gritó el hombre de negro.


"S-sí, maestro. L-lo haré" Tartamudeo mi hermano.

Al parecer el hombre de negro notó mi presencia porque dijo:
"Estúpida niña, ¿realmente quieres que tu campamento muera?"

Permanecí callada mientras me enseñaba una imagen en la que vi a todos mi compañeros. Andrew ya estaba de vuelta al normal, Camila caminaba a su lado con expresión preocupada. ¿Qué demonios estaba pasando?

Cuando vi la cara de Nico, mi corazón dio un vuelco en mi interior. Sus ojeras estaban aún peor que las que últimamente había visto. Sus ojos negros, estaban llenos de preocupación. Señaló a una parte en bosque y entonces lo vi, la mitad del bosque esta destruido había fuego por todas partes, los árboles caía sucesivamente.

Volví a mirar a Nico. Dios mío que guapo. Enfócate Sophía. Juré que por un instante nuestras miradas se cruzaron. Y pude escuchar en mis oídos como susurraba con su voz ronca mi nombre.

"Sophía..."

Quería hablarle, tocarle, abrazarle, contarle todo, pero...¿Cómo?

Finalmente supe que es lo que mi hermana y yo debíamos hacer. El campamento estaba en peligro, Dolos y su maestro lo iban a atacar.

"Hahahaha demasiado tarde hermana" Rió Hemera que acaba de aparecer. Vestía con un vestido largo rojo, que combinaba con sus labios del mismo color. Su cabello marrón-negro estaba suelto a los lados de su cara. Y sus ojos negros estaban ocupados con una maldad indescifrable, una capaz de matar a alguien con solo mirarla directamente a los ojos.

"Nunca es demasiado tarde para hacer el bien" Dije. Y con eso me fui.

De vuelta en el cuarto:


Abrí los ojos.


—Y...¿Bien? —pregunto Rayne detrás mío.

—Debemos ir inmediatamente al campamento Mestizo —respondí, con seguridad.

Mi hermana asintió, cerré los ojos como me había pedido y tomo mi mano, iríamos a casa.

Salvaríamos el campamento.

Salvaríamos a nuestra familia.

Salvaría a Cami y a Drew. 

Volvería a Nico.


~*~Jelloouu chicxs,


¡Volví más pronto! ¿Os gustó? ;)

Bueno, ahí os dejo el capítulo, que decidí publicarlo hoy en vez de mañana. Así que mañana no creo que haya capítulo, sólo si en medio de mi sueño reparador me viene la inspiración y comienzo a escribir estando dormida, okey, no. Hahaha.

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Nuuuuss veemoooss byyee,

¡Viva Shakira! Un saludo a Latinoamerica ;)

-Annie

DARKNESS UPON ME (Nico di Angelo) *CORRIGIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora