16. Brillante cielo

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Nico

La cabeza me da mil vueltas desde aquel momento. Las mismas preguntas siguen rondando en mi cabeza desde que la vi.

Con esos ojos llenos de brillo de felicidad, esa radiante sonrisa que de vez en cuando aparecía cuando algo le parecía gracioso, su humor sarcástico, su pelo negro siempre despeinado, ...

Sacudí mi cabeza en busca de otro pensamiento. Me puse en pie y salí al balcón de la cabaña a respirar el frío aire de la noche.

La estrellada noche me acogió con una leve brisa primaveral. En el cielo distinguí las distintas constelaciones que Bianca y yo solíamos buscar de pequeños.

Era extraño como todas las noches las estrellas brillan como si no hubiera un mañana, brillan como si el fin del mundo se acercase, pero aunque al día siguiente amanezca ellas siempre aparecen al anochecer y vuelven a brillar con más intensidad.

Muchos dicen que las estrellas son simplemente bolas de fuego y de energía que no tienen tanta capacidad como para convertirse en planetas. Esa sería la explicación lógica.

 ¿Pero y la explicación ilógica? Porque siempre hay una explicación tonta o ilógica.

Bien, mi explicación ilógica es que cada persona querida o cercana a ti que murió, subió al cielo y se convirtió en estrella. Desde lo alto del cielo te siguen cuidando, queriendo y mirándote en todo lo que haces.

Seguramente a Zeus, a mi padre y a cualquier dios le disgustaría mi teoría, ya que todos los semidioses sabemos que Urano es el cielo y todo lo que se encuentra en el es de él.

Las estrellas esta noche brillaban igual que sus ojos... ¿Por qué todo tiene que recordarme a ella?

Sophía... Todo me recuerda a ella y a lo sucedido anteriormente.

Sus ojos llenos de lágrimas de felicidad al verme esperándola en su cabaña, sus labios rojos esperando por mí, sus rosadas mejillas, ...

Lo único que quería era correr hacia ella cuando la vi. Pero la maldita amenaza de él resonaba en mi cabeza cada vez que miraba a Soph.

Todo es por ella, por su bien, por su supervivencia. -me digo contantemente lo mismo, pero hasta yo mismo sé que eso nunca va ser. Se que él no guardará su palabra, Sophía acabará dañada.

—Ve a hablar con tu padre, él te ayudará a solucionar algo —me propuso mi consciencia.

Después de haberlo pensado varias veces, accedí.

Hades me ayudaría.

Ordené mis cosas para partir, fui a la cabaña de Sophía sabía que ella no estaría allí, estaría en alguna de sus caminatas nocturnas por la playa como todas las noches, dejé la carta escrita anteriormente encima de su cama y salí por la puerta de la cabaña.

Posicioné la mochila en mi hombro y me preparé para mi largo viaje en sombra.

De repente oí una risa dulce proveniente del paseo de la playa. Mis ojos acabaron sobre unos ojos azules y una sonrisa amplia, era Sophía. Ella no podía verme, estaba demasiado entretenida riendo por algo de Drew.

Un sentimiento de celos se apoderó de mí, una sonrisa de dibujó de forma automática en mi cara al verla tan linda sonriendo.

Volveré Sophía, te lo prometo.


~*~

¡Jellouuu chicxss!

Sííi, ¡volví! Espero que os haya gustado el capítulo. Presiona la estrellita y comenta, of course. Bueno, por aquí en mi país se acerca el fin de clases y el.... ¡¡INICIO DEL VERANO yeyyyyy!!

Muchísimos besos cibernéticos,

-Ann

DARKNESS UPON ME (Nico di Angelo) *CORRIGIENDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora