Wolfstar

1 de septiembre

1 de septiembre 1971

Walburga, Orión, Regulus y Sirius llegaron al anden nueve y tres cuartos y se despidieron fría y rápidamente. Sirius realmente agradeció a todos los dioses no tener que soportarles como mínimo hasta las vacaciones de navidad.

Desde que tenia 8 las cosas habían cambiado bruscamente, había comenzado a rebelarse contra sus padres de todos las formas que encontraba. Si sus padres decían abajo, Sirius decía arriba, si sus padres decían no, el decía si. En la guerra que estaba teniendo con sus padres Regulus no había elegido bando, pero Sirius no quería meterle en esto. Reg tenia el mismo derecho a elegir que había tenido el.

Encontro un vagon en el que habia una pelirroja que lloraba, un chico de cabello negro grasiento y otro chico con el pelo negro alborotado y gafas redondas.

- ¿Puedo sentarme?

- Si, claro. - Dijo el chico de gafas mientras La pelirroja y el chico de pelo grasiento le ignoraban. - Soy James Potter

- Sirius Black. ¿Porque llora? - Susurro.

- Ni idea. -Susurro James de vuelta.

- No te preocupes Lily, ella solo esta celosa, seguro que se le pasa. - Decia el chico de cabello grasiento a la pelirroja. - Quedaremos ambos en Slytherin y estaremos todo el año juntos.

- Si yo quedase en Slytherin me volveria a casa. - Comento James. - Yo quedare en Gryffindor. Donde habitan los valientes. - Dijo poniendose en pie y balndiendo una espada imaginaria.

Asi empezaron una discusion sobre las casas, James y Sirius defendiendo Gryffindor y burlandose de el chico de pelo grasiento, hasta que Lily, se enfado y les echo a los dos del vagon gritando.

- Ya nos vamos, que caracter. - Comento Sirius cerrando la puerta tras de si.

- Y que lo digas. Voy a buscar a la señora de los dulces, luego te encuentro. - Dijo James y Sirius asintio.

Recorrio el tren hasta que encontro un vagon unicamente habitado por un chico que leia aunque habia crecido Sirius le reconcio al instante.

- Hola. - Al parecer el chico tambien recordaba a Sirius, Porque abrio mucho los ojos, soprendido y luego sonrio amablemente.- ¿Remus cierto?

- Si, lo siento, pero yo no recuerdo bien tu nombre. - Remus se sonrojo hasta las orejas, avergonzado mientras se rascaba la nuca.

- No pasa nada. Sirius, Sirius Black. ¿Puedo sentarme? - Remus asintio y Sirius sonrió ampliamente. - No esperaba volver a verte en realidad.

- ¿Al final te odia?

- ¿Eh?

- Tu mama.

- Soy la cucaracha mas molesta que ha tenido que soportar jamás.

- Vaya.

- Si, bueno, hace tiempo que dejo de importarme. - Mintió Sirius. - Así que... No recordabas mi nombre pero si nuestra conversación. - Remus volvió a sonrojarse y Sirius se carcajeo.

- Lo siento. Yo.. eh...

- Tranquilo, es normal.

- Pero tu lo recordaste.

- Tengo una impresionante buena memoria. - Sirius sonrió mas ampliamente si era posible y Remus le devolvió la sonrisa.

Un chico con el cabello negro alborotado y gafas redondas abrio la puerta de golpe.

- ¿Puedo sentarme?

- Claro. - Dijo Remus asintio con la cabeza.

- Soy Remus Lupin y el es Sirius Black.

- Oh, ya conozco a Sirius, soy James Potter.

Sirius no tenia que preguntar si eran sangre pura o no, cuando tenia 9 años su madre le habia obligado a aprenderse todas las familias de magos para que antes de ir a Hogwarts supiese cuales eran, según ella dignas de juntarse con un Black. El problema era que a Sirius le importaba nada o menos la sangre, le importaban las personas.

James se sentó al lado de Remus y empezo una larga charla con Sirius sobre Quidditch mientras Remus enterraba su nariz en un libro. Levantaba su cabeza de vez en cuando para dar su opinion o si alguno de los dos muchachos le preguntaba directamente. Hasta que la señora de las golosinas llego interrumpiendo su conversacion y después de prácticamente vaciar el carrito ya no tenian interes o no recordaban la conversacion que estaban teniendo. 

- ¿En que casa querrías estar Remus? - Pregunto Sirius una vez hubieron recuperado el aliento.

- La verdad es que me da un poco igual, podre estudiar en Hogwarts.

- ¿Y por que no ibas a poder? - Pregunto James.

- Tengo un saludo muy debil y no sabían si iba a poder venir. - No era totalmete cierto, pero tampoco era una mentira descarada.

- ¡Eso no seria justo! - El grito indignado de James asusto a Remus.

- Todo aquel que tenga magia tiene derecho a estudiar en Hogwarts. - Dijo Sirius. - A lo mejor estas destinado a ser un gran y poderoso mago y casi pierdes tu oportunidad de ir a la mejor escuela de magia por tu salud. ¡Eso seria desastroso!

- No creo que vaya a ser un gran y poderoso mago. - Susurro Remus rojo hasta las orejas.

- Vamos hacer hacer un trato, si al final te conviertes en un gran y poderoso mago nos daras una rana de chocolate a cada uno y si no Sirius y yo te daremos una a ti. ¿Trato? - Dijo James tendiendole la mano.

Remus rio antes de aceptar la mano de James - Trato.

- Genial. - Dijo Sirius estirandose y poniendo ambas manos en su nuca. - Acabo de ganar una rana de chocolate.

- Pareces muy seguro. - Comento Remus.

- Es por que se que voy a ganar. - Sonrió Sirius.

- Seguro no eres Ravenclaw. - Dijo Remus y James río.

- Que poca autoestima. - Dijo sonriendo Sirius.

Los chicos siguieron hablando y riendo, haciendo bromas, comiendo los dulces y haciendose preguntas entre si.

Una chica pelirroja entro en su vagón, les dirigio una mirada de odio a James y Sirius y les dijo que se pusieran sus túnicas antes de desaparecer de nuevo por el pasillo.

'Sirius'

Jamas olvidare aquel día, con James y Remus en el vagón, sin sangre, ni familias, ni casas, ni discusiones, solo tres niños ilusionados con grandes sueños por cumplir.

Nunca olvidare que James casi se cae al lago cuando estabamos en la barca y que yo, por reirme me habría caido si Remus no me hubiese atrapado justo a tiempo.

Nunca olvidare la primera vez que pise el castillo, con James a un lado y Remus al otro. Los tres sonriendo impresionados y emocionados al mismo tiempo.

Tampoco olvidare nunca que Remus aun me debe una rana de chocolate. Porque yo, por lo menos aun no he conocidoa mejor mago que el en mi vida.