Wolfstar

El sombrero seleccionador

James, Sirius y Remus estaban mirando las paredes impresionados, como si pudiesen ver todos los secretos del castillo escritos en sus paredes y sus altos techos. Los ojos de Remus se posaron en el gran hombre que les había guiado hasta allí, el guardabosques de Hogwarts, Rubeus Hagrid.

Una mujer de largo cabello castaño recogido en un moño tenso se puso al lado de Hagrid y llamo la atención de todos los alumnos.

- Los de primer año Profesora McGonagall. - Dijo Hagrid antes de marcharse por la puerta.

- Gracias Hagrid. Yo me encargo desde aquí.

El hombre sonrió de nuevo a los alumnos y se fue dejándolos solos con la mujer de aspecto severo que les miraba desde lo alto de unos escalones.

- Bienvenidos a Hogwarts - dijo la profesora McGonagall. - El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestro lugares en el Gran Comedor deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Hogwarts. Tendréis clases con el resto de la casa que os toque, dormiréis en los dormitorios de vuestras casas y pasaréis el tiempo libre en la sala común de la casa.

»Las cuatro casas son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Hogwarts, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos vosotros seréis un orgullo para la casa que os toque.

»La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Vendré a buscaros cuando todo este listo, por favor esperen tranquilos.

Y sin decir mas la profesora McGonagall desapareció.

Remus estaba nervioso, tan nervioso que oía su corazón martillear y sus manos comenzaron a sudar.

"¿Una prueba? ¿Y si decidían que era demasiado peligroso que un hombre lobo estudie en Hogwarts? ¿Y si no pasaba la prueba? ¿Y si Dumbledore cambiaba de opinión? ¿Y si no era digno de estar en ninguna casa?"

Remus trago en seco y se esforzó por regular su respiración. Se limpio las manos en su capa y fingió tranquilidad.

Sirius también estaba nervioso, daba golpecitos en su pierna y se mordía el labio inferior con fuerza. La espera era lo peor, eso dejaba a tu mente crear ideas que te torturen.

"¿Y si quedaba en Slytherin? Tendría que aguantar a sus primos no solo en casa sino que también en Hogwarts porque compartirían sala común, dormitorios, mesas y seguro que los Slytherin de primer año no eran mejores que su familia."

La espera era lo peor.

Aunque no detuvo los golpecitos en su pierna puso una sonrisa confiada y se puso ha hablar con sus nuevos amigos. ¿Dejarian de ser amigos si quedaba en Slytherin?

La profesora McGonagall llego y les condujo hacia el gran comedor y todos sus nervios y miedos desaparecieron.

Sirius miraba el techo con la boca abierta el cielo estrellado de la noche podía verse como si estuviese al aire libre, podía diferenciar las constelaciones, era realmente impresionante.

Unos fantasma pasaron volando sobre sus cabezas, saludando y vaciando el tonto. Remus se asusto y agarro a Sirius del brazo, este rió y le revolvió el cabello.