El 17 de diciembre de 1971 Remus Lupin se despertó casi al mediodía y Sirius Black no se movió de su lado en ningún momento, alimentándose de las barritas que habían sobrado el día anterior. Cuando el castaño abrió los ojos Sirius fingió que aun estaba durmiendo, sabia que Remus se sentiría culpable. Remus siempre se sentía culpable incluso cuando no tenia nada que ver.
Escucho a Remus suspirar mientras se levantaba. Espero a oír la puerta del baño cerrarse y abrió los ojos, no se levanto, se quedo mirando el techo, estaba realmente preocupado por su compañero. Se sentó en la cama y cuando su compañero salió del baño le sonrió.
- Buenos días. ¿Cómo estas?
- Bien, voy a tumbarme un rato más. - Dijo este y volvió a tumbarse en la cama.
Remus no conseguía dormirse, podía sentir la mirada de preocupación de Sirius clavada en su espalda. Se removió entre las sabanas por séptima o octava vez antes de suspirar y girarse para encarar a su compañero, tumbado en su propia cama.
- Deja de mirarme así.
- No te estoy mirando.
- Mentira. Puedo sentir tu preocupación. Estaré bien Sirius. Vete a dar una vuelta o algo.
- No me apetece.
Remus suspiro de nuevo. Sabia que Sirius no iba a rendirse y no tenia fuerzas para discutirle. Se sentó en la cama.
- ¿Podrías traerme un libro de la biblioteca? No puedo dormir.
- Esta bien. - Concedió Sirius y poco después abandono la habitación.
Remus se tumbo de nuevo y se acomodo entre sus mantas. Supuso que sin la fija mirada de su compañero puesta en el podría dormir al fin, pero estaba equivocado. Sirius volvió con un libro, seguramente el primero que vio, lo puso sobre las piernas de el castaño y se sentó a su lado con una sonrisa.
- Gracias.
- De nada. Tu sabes, seria un buen elfo domestico.
- Serias el mejor elfo domestico. - Sonrió Remus abriendo el libro.
Remus ya no es capaz de recordar de que trataba el libro, lo que si que recuerda es que Sirius se quedo dormido en su hombro cuando apenas empezaba la tercera página. Poco después Remus también cayó en un profundo sueño apoyado en el hombro de Sirius.
El castaño despertó por un profundo dolor, tiro a Sirius de la cama sin querer mientras se retorcía.
Remus no sabia que hora era, sin embargo sabia era tarde por que ya podía sentir al lobo desgarrándole desde dentro, aullando, luchando por salir a la luz de la luna.
Cuando Sirius se recupero de la sorpresa de haberse despertado tan brusca y repentinamente Remus ya había salido corriendo de la habitación hacia Madame Pomfrey.
Sirius se levanto de un salto y salio corriendo detrás de el pero no le alcanzó. Estuvo merodeando por los pasillos, esquivando a Filch y a su odiosa gata (con quienes ya se había topado un par de veces junto con James, Peter y Rems cuando rompían alguna norma). Se perdió un par de veces vagabundeo casi toda la noche hasta que decidió volver a su habitación asumiendo que Remus habría vuelto ya o habría ido a ver a Pomfrey.
Cuando Remus despertó en la casa de los gritos a la mañana siguiente estaba muerto de frío, el dolor que sentía en todo el cuerpo era indescriptible, la boca le sabia a metal, esta vez la luna había sido especialmente violenta. Dolía, dolía como el infierno. Las lágrimas corrieron por el rostro del castaño en contra su voluntad. El licántropo ya no sabia si lloraba por dolor o por sentirse culpable de estar mintiéndole a sus mejores (y únicos) amigos.
Sirius llevaba horas despierto, en realidad no había dormido en toda la noche. Estaba preocupado por su compañero, aunque no quisiera admitirlo, el había visto a Remus empeorar con los días y estaba realmente mal cuando se fue. Ya había visto así a el castaño cada vez que se ponía enfermo, pero....
Dio otra vuelta frente a la entrada de la enfermería, la señorita Pomfrey no le dejaba entrar alegando que: << Remus necesita descansar y no le vendrá bien tenerte merodeando a su alrededor>>.
Entonces él le había dicho que solo quería asegurarse de que estaba bien y que no iba a moverse de la puerta hasta que le dejase entrar y la enfermera le puso mala cara y le cerro la puerta en las narices.
Bueno, por lo menos ahora tenia la seguridad de que Remus estaba sano y salvo bajo los cuidados de la repelente enfermera y no se había perdido en ningún pasillo, alguna habitación secreta o algo parecido. Eso era, en gran medida, tranquilizador.
Las tripas de Sirius rugieron. Llevaba un buen rato con hambre, pero no iba a moverse de esa puñetera puerta hasta que le dejasen ver a su amigo de una buena vez.
Sirius se perdió la hora de la comida y como la enfermera tardase mucho en dejarle pasar también se perdería la cena. Sus tripas protestaron una vez más y Sirius, tumbado frente a la puerta con el brazo sobre los ojos intentaba inútilmente distraer su mente.
La puerta se abrió por fin y Sirius aparto su brazo para ver a la enfermera que con un suspiro de derrota le dijo:
- Dos minutos.
Y Sirius con una sonrisa de oreja a oreja abrazo a la enfermera y entro lo más rápido que pudo. Remus estaba despierto, entre las sabanas parecía aun más frágil y pálido de lo normal, tenia vendajes por todas partes y algunas heridas aun se le estaban cerrando y aun así sonrío al ver a Sirius.
- Hola Rem, me tenias preocupado.
- Solo necesito descansar. La señorita Pomfrey me ha dicho que has estado en la puerta como un perrito abandonado haciendo pucheros hasta que te ha dejado entrar.
- Soy el cachorrito más feliz del mundo. - Sonrió el de ojos grises y se puso a lamerle la cara.
Sirius jamas olvidaría el día que se perdió todas las comidas por intentar estar con Remus y no le importo lo mas mínimo.
Remus jamas olvidaría el día que Sirius le hizo olvidarse de su licantropía, del dolor y de las cicatrices aun que solo fuesen los dos minutos que Pomfrey le dejo quedarse.
Sirius nunca olvidaría lo preocupado que estuvo por su amigo la noche que desapareció.
Remus nunca olvidaría lo feliz que se puso al enterarse de que Sirius estaba esperando en la puerta solo para verle.
Sirius no podrá olvidar el sonido de la risa de Rem.
Remus no podrá olvidar que Sirius fue un cachorrito feliz por verle.

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Wolfstar
FanfictionLa historia de como Sirius se va enamorando lentamente de Remus. Capítulos cortos. Los personajes NO me pertenecen.