Wolfstar

Remus rompe las reglas

Si alguien le hubiese dicho a Remus que se estaría escapando de la enfermería un dia después de la luna llena para colarse en su habitación, Remus se habría reído en su cara, pero allí estaba, caminando a hurtadillas por los pasillos a mitad de la noche después de escaparse de la enfermería.

Notaba los vendajes sueltos, pero continuó. Un rayo iluminó el pasillo durante unos segundos y él apreto el paso. Cuando llego a la habitación Sirius Se levanto de un salto.

- Rems, deberías estar en la enfermería. - Remus no sabía como explicar que estaba preocupado por el, porque había tenido una semana dura y porque sabía que debía estar muriendose de miedo por la tormenta.

- Hice un trato y aún quiero que me protejas de los fantasmas.

Sirius sonrió antes de que un trueno rompiera el momiento haciendo que el de ojos grises saltase sobre la cama como un gato asustado.

El licantropo estaba convencido de que su amigo se dejo las uñas en el techo. Se tumbo al lado de Sirius.

- Deberías estar en la enfermería.

- Estoy bien, solo necesito descansar y puedo descansar aquí.

- Remus Lupin rompiedo las reglas.

- Sois una mala influencia.- Otro trueno hizo que Sirius se tensara como la cuerda de una guitarra.

Remus se apreto el vendaje del antebrado izquierdo mientras se acomodaba.

Hablaron hasta que Sirius olvido la tormenta y se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente cuando Remus despertó Sirius estaba prácticamente sobre el. Intento moverle, pero estaba agotado y Sirius pesaba como un saco de piedras. Las heridas empezaban a dolerle por la presión de Sirius sobre estas, así que no tubo más remedio que despertarle.

- Sirius, levanta, me estás haciendo daño. - Sirius se levantó rápido y miró toda la habitación desorientado.

- Lo siento. Remus lo siento. - Dijo adormilado mientras se frotaba los ojos con insistencia.

- ¿Por aplastarme o por llenarme de babas? - Sirius pareció estar pensandoselo mientras miraba a Remus pero entonces se fijó un su brazo y sus ojos se abrieron como platos.

- ¡Estas sangrando! - Gritó despertando a Peter y James y probablemente a toda la torre de Gryffindor.

- Estoy bien. La herida se debe haber abierto durante la noche. - Sé oyeron dos plof seguidos cuando James y Peter volvieron a caer en sus camas. - Será mejor que vuelva a la enfermería.

- Te acompaño. - Dijo Sirius poniéndose en pie y desperezandose como un gato. - Te cojemos la capa de invisibilidad ¿Vale Jamie?

- Mmm... - Contesto este contra la almohada dando vueltas en la cama.

Sirius y Remus se metieron bajo la capa y caminaron hasta la enfermería. Por suerte la señora Pomfrey estaba aún dormida.

- ¿Quieres que me quede un rato? - Pregunto Sirius entre bostezos.

Remus se sentó en la cama y alcanzó más vendas nuevas. Le sonrio a Sirius, quien estaba intentando no dormirse allí mismo. - No, gracias por acompañarme, vuelve a la cama.

- Espera, te ayudo a cambiar el vendaje. Se acercó a Remus pero este nego con la cabeza mientras se quitaba el vendaje sucio lentamente.

- Tranquilo, puedo sólo.

- ¿Estas seguro? - Remus sonrió después de asentir. - Gracias... Por cumplir tu promesa.

- No me lo agradezcas aún, tenemos muchas tormentas por delante Sirius. - Sirius se fue de la enfermería con una sonrisa en la cara.

Remus jamás podrá olvidar la primera vez que rompió las reglas.

Sirius jamás podrá olvidar la primera vez que Remus rompió las reglas (sólo por el).

Remus nunca olvidará la noche en vela al lado de su amigo.

Sirius nunca olvidará la vergüenza que sintió cuando despertó encima de Remus. Y encima le lleno de babas, a un se ponía como un tomate sólo de pensarlo.

Remus nunca podrá dejar de pensar en Sirius durante las noches de tormenta.

Sirius nunca podrá olvidar que Remus jamás incumplió esa promesa durante todos los años que estuvieron en Hogwarts. Cuando estuvieron fuera y Sirius volvía a temer a algo sólo recordaba a Remus hablando con el toda la noche, sonriendo y susurrando a su lado.