Wolfstar

El Regreso de Remus.

Remus volvió a la habitación un par de días después. Lily le había abrazado tan fuerte que Remus casi se queda sin aire en los pulmones, James y Peter también le habían abrazado bastante fuerte, pero con una sonrisa que derrochaba felicidad.

Y Sirius le había esperado con un montón de pergaminos entre brazos.

- Tus apuntes - le dijo tendiendole los pergaminos. -Te prometo que te ayudare a ponerte al dia.

Y entonces Sirius sonrió con esa sonrisa deslumbrante que fácilmente podría dejarte ciego si la miras muy fijamente. Sirius tenía ese tipo de sonrisa tan puñeteramente contagiosa que jamás podrías dejar de sonreir cuando el lo estaba haciendo, una de esas sonrisas que te enamoraban solo con verlas una vez.

De esas sonrisas que hacen que su corazón quiera correr un carrera y cuando Sirius le guiño un ojo, Remus está seguro de que murio y resucito en pocos segundos.

El sentimiento era demasiado grande para un chico de once años así que decidio guardarlo, ya lo estudiaría cuando no tuviese que ponerse en día con un montón de materias. Le devolvió a Sirius una sonrisa tímida.

La verdad es que Remus paso toda la tarde estudiando para ponerse al dia, Sirius se distraía facilmente, pero cuando Remus necesitaba algo le contestaba a todas sus preguntas. Sirius siempre era atento con él, siempre estaba cuando lo necesitaba.

Teoricamente, James y él eran un par de hermanos bromistas y no podían ser controlados y aún asi siempre se controlaba momentáneamente por Rems.

Cuando Remus se cansó se sentó al lado Sirius en su cama, James y Peter estaban frente a ellos. Pasaron toda la noche hablando riendo y haciendo bromas. Hubo un momento en el se movió demasiado y casi tira a Remus de la cama.

- Lo siento Rems - dijo cogiéndole del brazo para que no cayese luego soltó su brazo y se rasco la nuca con una débil sonrisa - , me emocione.

- Esta bien. - Contesto Remus con una sonrisa.

- Eres idiota hermano.

Remus sonrió internamente al oír a James llamarle hermano, no lo hacían antes de que el se fuera a la enfermería y el licántropo sospechaba que la conversación que había tenido con el de ojos grises había influido.

- ¡Oh, si! Estaba pensando que Rems aun no a estado en las cocinas.

- Hay que llevarle a las cocinas. - Salto James también.

- ¡Exacto! - Grito Sirius mientras Peter reia.

Aquella noche Remus descubrió el pequeño secreto de James, la capa de invisibilidad. Peter se quedó en el cuarto a pesar de las protestas, porque era solo una visita para que Remus conociese el lugar y era más seguro que hubiese pocas personas bajo la capa.

Los tres iban bajo la capa a paso ligero y sigiloso. Sirius estaba enmedio con los brazos sobre los hombros de James y Remus mientras intentaba cubrir a los tres cubría la capa era bastante ancha y larga para tres niños de once años así que no era difícil.

Llegaron a la cocina sin problemas y estuvieron en ella cerca de media hora. El camino de vuelta también fue tranquilo, Sirius agradecido a todos los astros no haberse topado con el puñetero gato del conserje ni con este. Por alguna razón del destino no se encontraron a nadie. Y Sirius saltó de alegría, no podía con más detenciones.

En la habitación Peter ya había caído redondo y roncaba como un cerdo.

Remus río intentando no despertar a su amigo, en cambio James y Sirius rieron escandalosamente. Ellos dos pintaron a Pete mientras Remus daba ideas desde su cama.

Aquella noche apenas durmieron un par de horas y a Remus no podría haberle importado menos, estaba feliz de estar de vuelta en su habitación, con sus amigos.

Estaba feliz de que ninguno de ellos pareció darse cuenta de las nuevas cicatrices o como mínimo que no les importará.

Estaba feliz de saber que le habían extrañado. Ni siquiera el recuerdo constante de que dentro de poco tendría que volver a la enfermería por la próxima luna llena, el miedo a ser descubierto, ni la culpabilidad por estar mintiendo a sus primeros y únicos amigos podía arruinar la felicidad que sentía.

Remus sonrió como un idiota en medio del gran comedor.