Ellos [Seventeen]

En calma (parte 2)

Como era de esperarse terminaron viendo la película "Frozen" con el volumen alto y los niños atentos a la televisión, ambos pequeños en el suelo mientras que los dos mayores se acomodaron en el sillón. Seungkwan no dejo de llama una y otra vez a Bononie que según él aguardaba en la planta superior inseguro de bajar las escaleras. La hora paso rápida, casi como segundos mediante la película avanzaba, los niños tan entretenidos por esta que no notaban a los dos chicos detrás de ellos que comenzaban a ponerse algo... cariñosos.

—Sera rápido— susurró con mucho cuidado Hoshi mientras daba silenciosos besos en el cuello y mejilla de Woozi. Solo un "no" bastaba para detener sus atenciones, o tan solo una mueca y un empujón del más bajo, era lo único que necesitaba para parar y solo conformarse con un simple abrazo, pero su pareja no hizo nada de eso, no se negó ni tampoco lo empujo, inseguro poso su mano sobre su delgado muslo tanteando camino, pero de nuevo no recibió ninguna queja. Y como callar es otorgar siguió aun consiente de que dos niños podían verlos.

Woozi era una persona madura, él no haría cosas sucias detrás de sus hermanos menores, y nunca lo haría, asi que se levantó dando una orden a Seungkwan, solo un "no se muevan de ahí" fue suficiente para que el niño entendiera la orden, pero Hoshi entendio perfectamente que eso significaba un "en la habitación" asi que de un salto se puso de pie y tomo a Woozi de la mano para comenzar a subir las escaleras.

La puerta se cerró con ellos tratando de ser silenciosos.

Seungkwan no presto atención a ese detalle, él seguía viendo atentamente la película con Dino a un lado, pero un par de pasos y el hecho de que la televisión se apagara llamó más su atención. Giró la cabeza hasta detenerse y sonreír.

—¡Hola Bononie!— Saludó saltando y cargando en sus brazos a Dino, el pequeño se removio incómodo. —¡No seas grosero Dino! Bononie quiere jugar con nosotros un rato durante el dia, él solo está aquí para verte ... obviamente que no estuve aquí en la mañana, estaba en la escuela, Bononie ... Porque no puedes ir a la escuela dormido, antes tienes que despertar ... No te preocupes, Bononie, yo estaré contigo para que no te aburras, Dino tampoco puede salir. — Seungkwan comenzó a caminar aun ignorando los quejidos del bebé, se detuvo casi de golpe estando cerca del comedor. —No podemos dejar solo a Dino, así que hoy tampoco podremos bajar al sótano ... No te pongas triste, cuando yo estaba triste mi mamá calentaba leche y la tomábamos en la cama ¿quieres leche, bononie? ... ¡la calentaremos en la estufa!

Seungkwan no espero más para salir corriendo a la cocina con Dino en brazos, escuchaba los pequeños pasos detrás de él hasta detenerse frente a la estufa de gas, se puso de puntas y observo el electro domestico con cautela asegurándose de poder manejarlo. Dejó al bebé en el suelo y hecho un último vistazo. Si bien recordaba, tenía que girar las cosas redondas que parecían botones, y asi lo hizo, girando dos al mismo tiempo y preguntándose porque no había encendido. Bononie ya había abierto la puerta del refrigerador asi que Seungkwan corrió hasta él sacando los cartones de leche, buscó una hoya y la puso sobre la estufa asegurándose de que el fuego se encendería despues. Colocó la leche derramando un poco y tirando el ahora vacio cartón a la basura, se dio la vuelta pensando en cómo encender el gran electro doméstico.

—Sí, Bononie, mamá me dijo que no me acercara al fuego, pero eso fue cuando tenía seis años, ahora tengo siete y como lo estamos haciendo juntos nuestra edad se suma, por lo que tenemos...— Dejo de hablar para comenzar a contar sus dedos con cautela. —Tenemos trece años más los nueve meses de Dino, todos juntos somos mayores ... Si, creo que hay que buscar fuego por otro lado para encender esto.

Seungkwan volvió a cargar a Dino como pudo y salió corriendo de la cocina cerrando la puerta tras de sí, dejo a Dino sobre el sillón de la sala y él y Bononie comenzaron a buscar algún encendedor por toda la casa. La estufa seguía dejando salir gas llenando la cocina de ese olor tan característico, pero los niños estando tan ocupados en su labor no le dieron importancia, despues de todo, que la casa oliera extraño no levantaban las sospechas de Seungkwan. Solo un par de minutos bastaron para que Bononie encontrara un encendedor, Kwanie cargó de nuevo a Dino y trató de sostener el pequeño objeto y encenderlo a la vez, pero definitivamente no lograba hacerlo.