Ellos [Seventeen]

Recuerdo

—¿Por qué está gordo?— Preguntó Jihoonie tocando la mejilla del bebé. —¿Por qué está rojo?

La mujer sonrió acariciando con cuidado la cabeza del bebé, siendo cuidadosa e incluso temblando por el suave tacto. Besó la frente del niño más grande y con su mano libre lo acercó para darle un fuerte abrazo con las pocas fuerzas que le quedaban. El hombre frente a ellos se unió, teniendo cuidado con el bebé, sonriendo ante la hermosa imagen.

—Se llama Seungkwan.— Murmuró la mujer con la voz impregnada de amor.

Seungkwan...

Wonwoo ni siquiera se acercó más de tres pasos, sintiéndose fuera de lugar desde la puerta, tan alejado de aquella imagen que decidió solo salir sin hacer algún ruido. Aunque su garganta estaba cerrada marcó un número en su celular y lo colocó cerca de su oreja, sentándose en una pequeña sala de espera.

—Es un niño— Dijo con la voz casi ronca. —Se llama Seungkwan.

—¿es lindo?

—Es mejor que otros niños. Es el más bonito que he visto hasta ahora.

—Eso es porque no te viste de bebé, todos querían tomarte en brazos.

Wonwoo sonrió sintiendo aquella calidez invadir su pecho, casi aferrándose al celular mientras que observaba el blanco suelo del hospital.

—¿puede venir por mí? Mañana tengo clases y quiero estudiar.

—Claro Beanie, espérame afuera.

Colgó poco despues, descansando sus brazos sobre sus rodillas, mirando la pared. Si su padre supiera que él en realidad no quería estar cerca de ellos lo comprendería y no lo haría ir a visitarla. Pero su padre no lo sabia, y quizás era mejor asi, que él se llevara una buena imagen de su joven hijo, una imagen de una madurez que no estaba ahí.

Ellos eran felices sin Wonwoo, y Wonwoo solo era infeliz estando con ellos. Era mejor repelerse y terminar cualquier relación, alejarse y seguir caminos distintos, solo ignorar que alguna vez existieron. Pero el nuevo novio de su madre no pensaba de esa forma, él buscaba que se integrada a aquella familia, él quería darle su apellido al igual que hizo con Jihoon, pero no lo necesitaba, Wonwoo ya tenia a un padre, y no quería otro.

Ojala pudiera atravesarlo con una estaca en el pecho y sentir lo que sentía en realidad, alguien que no lo juzgara y que comprendiera toda la confusión en su alma.

—¿Por qué no entras?— Escuchó la voz de Jihoon. Elevó el rostro hasta encontrase con el niño de diez años, frente a él.

—No quiero entrometerme.

—Mentira— Murmuró Jihoon sentándose a un lado. —¿también estás celoso del nuevo bebé?  

El mayor giró, encontrándose con su pequeño hermano con las mejillas y la nariz roja, con las manos entrelazadas sobre su regazo. Un peque{o aire de ternura lo atravesó, haciendo que extendiera su brazo y atrapara al niño de diez años en él, abrazándolo y estrujándolo con cariño. Sonrió. 

—Eres un niño mimado— murmuró. Jihoon se acurrucó contra él. —Si te sirve de consuelo puedo seguir tomándote  como un bebé. 

—¡No soy un bebé! es solo que... Seungkwan es hijo de papá... y yo no. Ya no voy a ser el favorito de mamá. —Wonwoo casi ríe al escuchar lo ultimo. — Y no voy a ser tu favorito nunca más... 

Cierto, a pesar de no mantener mucho contacto con ellos siempre trató bien al pequeño Jihoon, porque despues de todo era su hermano menor, y le tenia más aprecio a él que a ningun otro niño del mundo. 

—Siempre vas a ser Mi Jihoonnie, enano. 

Su pequeño Woozi. Al que ahora, siete años después, no lograba comprender.