Llamadas por telefono

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El celular de Wonwoo sonó en las primeras horas del dia, él lo buscó por toda la cama esperándose encontrarse en algún momento, responder o lanzar lejos el celular le daba igual, solo quería hacer que se callara y volver a dormir. Cuando lo encontró abrió los ojos observándolo por largo rato, verificando el numero o el nombre que aparecía en la pantalla. Contestó casi sin ver.

—¿hola?— Habló con la voz ronca.

Alguien le tarareó una melodía, tranquila y relajante sin que él supiera la razón. Abrió los ojos con curiosidad y miró su celular, trató de reconocer el número pero ningún recuerdo llegó a su mente, se sintió extraño, pero aun asi no colgó, con esperanza de que fuera alguna broma. Cuando la melodía terminó la llamada murió de inmediato.

Se dedicó varios segundos a observar su celular, con una mueca extraña mientras que trataba de asimilar lo que había ocurrido. Marcó de regresó, esperando los tres tonos con paciencia. El teléfono de la casa retumbó en las paredes.

Una burbuja de miedo subió por su pecho, saltó de la cama con los ojos bien abiertos y corrió, haciendo que sus pies chocaran contra la madera produciendo un sonido mudo. Tropezó con algunas cosas, pero no se detuvo, aun con el miedo subiéndole por el cuerpo. Cuando por fin llegó al lugar donde el teléfono sonaba con tanta insistencia se detuvo, no había nadie. Respiró con dificultad y escuchó una puerta abrirse y despues el llanto de Dino, casi vuelve a correr, pero ver a Dk bajando con el pequeño le tranquilizó un poco.

—¿Qué ocurre?— Preguntó Dk con claras ojeras en el rostro y despeinado. —¿una llamada importante?

Wonwoo los miró, escuchando lo que provenía del teléfono, pero no era nada, él había marcado desde su celular a su propia casa.

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—¡¿vamos a ir a comer?!— Preguntó Seungkwan con entusiasmo mientras Jun terminaba de acomodar a Dino en el asiento de bebé. —¿A dónde? ¿Bononie puede salir?

Jun negó con un suspiro, asegurándose de que Dino estuviera bien sentado. Cerró la puerta del auto y le dio una ultima mirada confusa a la casa, recordando las extrañas preguntas de Wonwoo hacia solo par de minutos atrás. Se mordió el labio inferior para subirse al coche y arrancar, llevándose a los pequeños con él.

Wonwoo fue claro, quería que llevara a los niños de paseo mientras ellos verificaban una vez más que no hubiera nadie en la casa. A Jun le parecía casi increíble, no era posible que la paranoia de su amigo llegara a tales grados como para sacarlos de ahí y obsesionarse con algo que pudo haber soñado. Bajo estrés todo podia ser posible, y Wonwoo estaba enterrado en montones y montones de estrés, era justo no creer en algo tan absurdo.

Suspiró con cansancio recordando una y otra vez como Wonwoo le habia preguntado si habia hecho una pequeña broma, como si sus bromas fueran solo marcar a su celular y tararear una canción, eso era absurdo, ni él ni Dk lo habian hecho, tampoco Seungkwan y Jihoon no estaba en casa, asi que, la única respuesta lógica era que Wonwoo lo hubiera soñado, pero no, Wonwoo insistía en que alguien había marcado desde dentro del hogar y le había tarareado.

Y pensar que un simple tarareo lo pudo sacar de la comodidad de su cama y hacerlo subir al auto para pasear a lo niños. Estaba tan cansado por la mudanza que ese dia solo quería recostarse y olvidar los resientes problemas.

Golpeó su cabeza contra el volante cuando el semáforo se puso en rojo, quería cerrar los ojos y volver a dormir, ignorar todos los problemas de una vez para que pudieran vivir en paz sin que parecieran estar siempre dentro de una guerra.

Ellos [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora