Minghao (parte 2)

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Las paredes son delgadas, se puede escuchar por todo la casa casi cualquier susurro, por lo que Jihoon tomó a su novio y lo llevó afuera, subiéndose al choche de este sin arrancar, cruzándose de brazos y con el rostro furioso. Hoshi se subió con más paciencia, sentándose en el asiento del copiloto y reclinando el asiento.

—Ni si quiera me preguntó.— Soltó Jihoon por fin. —No avisó.

Hoshi giró el rostro, observando el perfil de su novio y recorriéndolo con la mirada.

—Ya está hecho, no puedes hacer más. — Se limitó a responder el de ojos rasgados, volviendo a mirar hacia arriba. —No creo que Wonwoo sea tan irresponsable como creen, debe de tener sus razones.

—¡Eso no importa! Él debió de consultarlo con nosotros.— Woozi se giró para encarar a su pareja, o para que su pareja se diera cuenta de lo molesto que estaba, pero de nada sirvió; Hoshi siguió tan tranquilo. Sin alterarse. —¡Deja de ignorarme!

Soonyoung suspiró.

—Amor, están haciendo un drama.— El mayor se volvió a sentar, mirando a Woozi y acariciando su mejilla tanteando terreno. —El chico ya está aquí, tiene sus maletas y un cuarto ¿Qué harán? ¿Decirle que se vaya? ¿Qué regrese al aeropuerto y abandonarlo haya? Tal vez Wonwoo no hizo bien, pero tampoco es el fin del mundo, hay suficiente espacio en la casa y ni siquiera le has dado una oportunidad.

Woozi torció los labios y se inclinó sobre el asiento, dejándose abrazar por Hoshi y hundiéndose en su pecho, cerrando los ojos tratando de calmar su enojo. Aun estaba en desacuerdo, pero pretendía razonar cuando su cabeza estuviese fria.

Cuando se separó de él elevó el rostro y le besó, con tranquilidad y paciencia, disfrutando el tacto a medida de que se olvidaba poco del asunto. Hoshi no tardó en emocionarse, moviéndose de manera poco sutil para posarse sobre su pareja, ignorando que seguían frente a la gran casa. Jihoon no dijo nada, mostrando su disposición a continuar.

Pronto comenzaron los sutiles sonidos que se escapaban y quedaban aprisionados dentro del vehículo, recordando ser silenciosos para no crear un espectáculo afuera. El celular de Hoshi sonó, aunque estuvo dispuesto a ignorarlo y continuar hasta que comenzó a molestar.

Con un quejido molesto tomó el aparato y lo respondió, sintiendo los pequeños besos de Woozi sobre su cuello.

—¿Hola?— Preguntó cuándo su garganta cooperó.

—Yo solo le sonreí.— ¿Qué? Hoshi separó a Woozi, sentándose sobre el asiento de manera correcta, manteniendo lejos a su pareja que lo miraba confuso. —En realidad, yo nunca tuve sexo. ¿acaso eso es justo?

Colgaron. Hoshi se quedó largo rato mirando la pantalla de su celular, observando el número de la llamada. "Woozi bebé" Era desde el celular de su pareja.

Giró con el rostro pálido, pero no dijo nada, observó por largo rato el rostro de Jihoon hasta que golpeó su frente con la propia y se preguntaba si costaría mucho mudarse de nuevo.

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—¡Este es Bononie!— Seungkwan casi gritó al señalar el dibujo de él y bononie que Minghao sostenía. —¿no es lindo? Es un niño muy bonito.

Minghao sonrió. Pasó las manos por sobre los rayones, limpiando la hoja que aun mantenía virutas de los crayones, la sacudió para despues dejarla a un lado y pasar al siguiente dibujo. El arte infantil siempre le parecía agradable, los niños sabían a la perfección como dibujar mal pero a la vez transmitir sus emociones incluso en los rayones que precian no ir con el dibujo.

Ellos [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora