Nueva semana (1.5)

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Jihoon entró por la puerta principal, estresado y con ansias de solo recostarse en su cama y olvidar el duro día de clases asi como toda su tarea. Al no tener su celular todo fue aburrido, no podia hablar con nadie, ni siquiera con Soonyoung ni jugar un rato para distraerse, tuvo que vivir sin él conviviendo con la gente de su entorno.

Seguramente Minghao era el único en casa, por eso no avisó de su llegada, no le dirigiría la palabra hasta que Wonwoo entendiera su punto. Fue esta la sala de estar y se dejó caer en el sillón, cerrando los ojos con cansancio. Sin su celular tampoco había música, ni mensajes, ni nada interesante que hacer despierto.

"¿escuchas?"

Abrió los ojos de golpe, jurando que sus oídos captaron algo en el silencio de la sala. Miró de un lado a otro buscando a alguna persona a su alrededor. No encontró nada. Giró, aun sabiendo que detrás de él solo se encontraba la pared. Nada, solo fue su imaginación. Volvió a recostarse, por mera curiosidad.

"Él es quien decían que yo era" Un susurro directo a su oreja, tan claro y fuerte que lo hizo casi saltar del asiento y cubrir el lado izquierdo de su cabeza. Cuando sus rodillas tocaron el suelo buscó con la mirada, de izquierda a derecha.

—¿Él, quien?— preguntó con la voz temblorosa, reconociendo que debía estar muy mal para responderle a lo que fuera que estuviera en su cabeza.

Escuchó los pasos en el techo de la casa, de prisa, como si estuvieran corriendo, su corazón comenzó a casi salirse de su pecho, bombeando con fuerza. Por su cuerpo corrió el miedo, encajándosele en cada musculo mientras que seguía con la mirada el sonido de los pasos, inmóvil. Se estaba acercando.

"Él"

—¿estas bien?— Minghao se asomó de entre la pared, mostrándose preocupado y caminando para ayudarlo. Jihoon respiró hondo, cerrando los ojos de nuevo para tener un poco de paz interior. —¿Cuándo llegaste? No te escuche.

Cuando abrió los ojos, observó que, justo detrás de Minghao apareció Hoshi, con el semblante desconcertado y la típica cara de verlo con sorpresa. ¿Qué hacia su novio a solas con Minghao?

Estando en el suelo miles de preguntas llegaron a su cabeza. La casa era de paredes ligeras, ellos debieron de escucharlo al llegar, o al menos suponerlo, de cualquier modo ¿Qué hacia Hoshi ahí? ¿Por qué venían del mismo lugar? (esto ultimo siendo pura suposición suya) Trató de aclararse, diciéndose que estaba siendo paranoico y celoso, podría haber miles de explicaciones coherentes que no implicaban a su pareja siéndole infiel.

Se levantó apartando la mano de Minghao quien trataba de ayudarlo, empujándolo sin ocultar su molestia y sacudiendo la manga de su camisa. Las preguntas aun daban vueltas en su mente, gritándole una y otra vez miles de respuestas que no quería aceptar.

—¿Qué haces aquí? — Le preguntó a Hoshi de mala gana. Su pareja se acercó con la boca abierta, tratando de formular una respuesta que no llegó. —¿Dónde está Wonwoo, Jun o Dk?

—Ellos no están.— Respondió Minghao. Jihoon ni si quiera volteó a verlo.

—¿Son los únicos aquí?

—Kwannie está en su habitación, quería estar solo asi que...

—Si no vas a hablar cierra la boca, Soonyoung.— Le aconsejó sin tacto, ignorando la respuesta de Minghao y encaminándose a las escaleras. —Como sea, ya vete.

Estaba siendo desagradable, demasiado evidente para su gusto. Al no escuchar respuesta alguna de su pareja decidió seguir, con la sangre hirviendo y borboteando dentro de sus venas. Dios, él no estaba celoso, Hoshi demostró amarlo muchas veces, aun cuando vio la peor parte de él, su pareja se quedó aun cuando Jihoon ya no tenia nada más que ofrecerle. Pero Soonyoung también era idiota.

Suspiró, con su conciencia gritando, diciéndole que no hiciera un drama sobre algo estúpido, porque era estúpido, no tenia razones para dudar de Hoshi más que la simple excusa de que Minghao le desagradaba. Casi golpea su cabeza contra la puerta al llegar a su habitación.

—Se estaban abrazando— murmuró la voz infantil proveniente del cuarto de su Kwannie. Era diferente, por eso se acercó con curiosidad. —En la habitación de enfrente, ellos se abrazaban.

Abrió la puerta casi de golpe, empujándola tras girar el picaporte. Su niño estaba dormido sobre la cama, como si nada estuviese pasando, recostado dándole la espalda. Su corazón volvió a latir, comenzando a caminar en dirección a la cama para asegurarse de que Kwannie estuviera durmiendo y no jugándole una broma.

Llegó hasta él, alzando la mano hasta alcanzar su cabello, acariciándolo con cariño cayendo en cuenta de que el pequeño acababa de llegar de una cita con algún tipo de psicólogo. Se sentó en la cama con cuidado de no despertarlo y suspiró.

—Woozi— Murmuró Kwannie, con su suave voz ronca. —¿puedo preguntar algo?

—¿Qué ocurre?

—¿Cuándo volveré a ver a mamá y a papá? Los extraño.

Claro, un niño nunc podría solo olvidarse de sus padres, ni un solo dia. Woozi quedó en silencio, con mil y un respuestas en su mente que no lograban lo que él quería. Decirle la verdad no era lo que tenia en mente despues de habérselo escondido tanto tiempo. Mordió su labio infeior, necesitaba hablarlo con Wonwoo, preguntarle a él cuando le dirían la verdad al niño.

—Kwannie...— Su voz salió ronca, quebrada. Él quería disculparse, sin saber porque, tenia el deseo de pedirle perdón. Entonces se encontraba entre decir la verdad y seguir fingiendo que nada ocurría.

—Quiero regresar a casa.

—Yo también.

¿Qué más decirle a su hermano? Sus labios estaban sellados con una promesa para su hermano mayor, con un simple "esta bien" a pesar de que no lo estaba. Woozi accedió a no hablar, a no decir nada para no ver el rostro entristecido de su hermano menor... Aunque una parte de él, pequeña y escondida, aullaba una dolorosa verdad.

Aun si él no fue quien empuño el arma, aun si no fue quien atentó contra ellos, se sentía culpable, una pequeña parte de él se declaró no inocente, decidió encarcelarse a si mismo y condenarse por largo rato. Lo único que le quedaba era que sus hermanos menores no lo odiasen.

Sus dedos temblaron sobre la espalda de Seungkwan asi que los separó, observándolos de cerca comprobando que lo hacían y que no era una vista borrosa. Él necesitaba calmarse, evitar caer de nuevo, quizás Hoshi no estaría de humor para consolarlo despues de haber sido tratado tan mal.

Una fría mano tocó su cuello, con lentitud, haciéndolo saltar del susto, giró tan pronto reaccionó encontrándose con el pasillo vacío. Solo fue su imaginación. 

Ellos [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora