Ellos [Seventeen]

Solo una noche más

Se despertó como era costumbre, con sus pequeños grandes ojos cansados y con ojeras, con pereza sobre el colchón mientras que retiraba las sabanas, bajando sus piernas y tocando el suelo frio. Dio un salto para bajar por completo, arrastrando sus pies por la madera fria mientras que bostezaba. Sus ojos estaban cerrados, guiándose ciegamente por el largo pasillo hasta la puerta de Dino.

No escuchó cerca a Bononie a pesar de que seguía rondando por la casa, quizás estaba en el sótano, durmiendo como cualquier niño, soñando con las cosas raras que él decía o le mostraba, quizás Bononie estuviera soñando con su familia, es por eso que no quiso molestarlo.

Empujó con cuidado la puerta de Dino, no quería despertarlo, solo quería recostarse un rato en su cuna y dormir con él, siendo un buen hermano mayor. Abrió los ojos viendo la luz azul escaparse por la pequeña brecha entre la pared y la puerta, no le prestó importancia, concentrándose en ser silencioso. Se asomó con sumo cuidado.

"¿no es lindo?" Seungkwan se escondió tan pronto escuchó la suave voz, observando la delgada figura frente a la cuna del bebé. Él lo sostenía. "Mi hermana era asi de pequeña"

Pudo ver a alguien más acercándose desde el otro extremo de la habitación, la que no era visible para él. Reconoció el cabello negro de Minghao, su delgadez, su ropa. Sin embargo ¿Por qué lucia tan lúgubre? Se quedó callado, sintiendo miedo de entrometerse, y miedo de que tocaron a su hermano menor.

"8 ¿tú no tuviste hermanos?" La voz dulce y cálida soltó una pequeña risa, alegre. "Bien, no respondas si no quieres, o si no puedes."

Hannie, él ya lo conocía, fue consolado por él una vez, él le llamó por teléfono, entonces ¿Por qué se sentía tan incómodo verlo ahora? Acercarse le parecía una mala idea, y 8 no facilitaba las cosas. Sus piernas temblaban un poco.

"¿te quedarás con nosotros Dino? Esta casa sigue siendo demasiado grande, todos podemos estar aquí... También tú Kwannie" Hannie volteó a verlo, descubriéndolo detrás de la puerta, sonriéndole de manera linda y cálida, algo andaba mal en él. "No nos haría mal más niños por aquí."

8 también giró, mostrando los ojos blancos con las venas resaltando, pálido, muerto, con la boca seca y rota. Seungkwan dio un pequeño brinco y gritó, azotando la puerta y corriendo por el pasillo, escuchando el llanto de Chan poco despues y los golpes contra la madera de sus propios pasos, y los de alguien más.

La puerta de Woozi era la única que estaba abierta, asi que la empujó con fuerza azotándola contra la pared y saltó hacia su cama, aun consumido por el pánico, importándole poco el hecho de despertar a su hermano. Se ocultó entre las sabanas sollozando con fuerza, llorando casi desesperado mientras que el dueño de la habitación permanecía inmóvil, viéndolo moverse.

Escuchó todas las puertas abrirse y algunos focos encenderse, la casa se iluminó.