καλοψία #PGP2018

один день

Se removió algo incómodo, quería seguir durmiendo.

─Mamá despierta─

Yuri abrió los ojos desconcertado y aun somnoliento, parpadeó varias veces antes de enfocar el rostro de su pequeño a escasos centímetros del propio. Anielka sonrió palmeando con suavidad la cara de su madre repitiendo que despertará.

Rendido ante los encantos de su cachorro, el omega lo atrajo a su pecho besando su frente, giro levantándolo hasta quedar acostado de lado con el pequeño entre sus brazos, ambos recostados en la pequeña cama compartiendo el calor, Anielka rio ante los besos repartidos en su rostro y las manos que acariciaban su estómago causándole cosquillas.

─Buenos días mi pequeño tesoro─

─Buenos días mamá─ Contestó relajando su risa.

Yuri se estiro cogiendo el celular desbloqueando la pantalla para fijarse en la hora, había dormido más de lo normal por lo que no le asombraba que su retoño hubiese despertado antes, peñizco la mejilla ajena con cariño y tomando aire se levantó.

Hacía un buen día allá afuera, un domingo perfecto.

Estiró los brazos mientras bostezaba, la idea de volver a dormir le era tentadora, los domingos eran sus días libres, días que prefería pasarlos durmiendo o simplemente descansando, claro que aquella idea ni se asomaba en la mente de su hijo, claro que no, para Anielka los domingos eran días para pasar junto a mamá, días de ocio y diversión y Yuri, Yuri no iba a negarle esa felicidad a su pequeño.

Acariciando el piecito del pequeño, se giró buscando aquellos orbes azules.

─Tomaré un baño, ¿No deseas venir conmigo? ─ El omega había comenzado a desvestirse.

─Ya estoy grande, puedo bañarme solito─ Respondió con un puchero en labios,

Anielka siempre buscaba su independencia hasta en las cosas más pequeñas, estaba orgulloso de ello, era fuerte y decidido, realmente su hijo era un alfa.

─Oh, ¿Será que mi cachorro ya ha crecido tanto? ─ Preguntó mientras optaba una posición pensativa ─ Entonces ya no tendré que leerle esos cuentos todas las noches─

─Mamá no...

─¿No qué? ─

─Yo sí quiero que me leas cuentos. ─ Asintiendo, Yuri extendió los brazos.

─Vamos rápido a bañarnos Anielka, ayudaras a mamá a lavarse la espalda ¿Si?─

─¡Si! ─

Despojándose de su ropa, el cachorro corrió a los brazos de su madre, aunque quisiera ser adulto le gustaba ser mimado.

Abriendo el grifo y con el cachorro en brazos Yuri se metió bajo la regadera, ambos temblaron por el agua fría que impactó sobre ellos, giro bajo el chorro de agua asegurándose de que se mojasen completamente. Dejando al pequeño en el piso tomo el jabón y partiéndolo en dos le tendió una mitad al menor.