Otabek miro la hora que marcaba su reloj, suspiró mientras cerraba su laptop y alistaba sus cosas para volver a su departamento. Luego que se mudó a Rusia buscó un trabajo, con sus antecedentes Administración de empresas logró conseguir un trabajo rápido, miró a la ventana, pronto anochecería y el clima anunciaba un próximo nevado.
Cogió su abrigo y guardando todo en su maleta, salió de su oficina salió en dirección de la calle, el frio calaba a pesar de estar fuertemente abrigado. Camino por aquel camino que religiosamente seguía día a día, se había vuelto una rutina ir hacia aquella esquina.
Creyó que no iba a volver a inmiscuirse con aquella familia, pero simplemente no pudo evitarlo, siguió caminando por aquella vereda días después encontrándose con el rubio y el cachorro de este, Anielka siempre se acercaba buscando conversación y él no podía negársele. Esperaba a que la familia se retirara y por seguridad los acompañaba unas cuadras a veces hasta la cabaña donde vivían y así sus días se repetían, pero no le molestaba, todo lo contrario, estaba acostumbrándose al pequeño rubio, por más que fuese un alfa, Otabek no podía simplemente ignorarlo.
─ ¡Otabek! ─ El alfa suavizo su semblante cuando el pequeño se acercó corriendo a su lado.
─Hola Anielka─ el pequeño sonrió, el con rapidez le extendió un chocolate que el menor miró con emoción.
Yuri miro a su hijo que sonreía, al inicio se había mostrado reacio a la presencia del extranjero, pero el tener a esos alfas rondándolo y a su hijo contento terminaron convenciéndolo para que no proteste.
─ ¡Mami! Otabed me trajo un chocolate─ canturreó feliz el infante.
─Gracias─ Habló Yuri sin mirar al mayor.
─No es nada─ Respondió el kazajo─ ¿Volvieron a molestarte?
─No, ya no viene tan frecuentemente─ La incomodidad era notable en el rostro de Yuri y Otabek lo noto por lo que prefirió cambiar de tema.
─Anielka es muy inteligente─ Comentó mientras observaba al niño que jugaba con la nieve.
─Si, su maestra dice que es el mejor de la clase─ Una sonrisa orgullosa se asomó por los resecos labios al hablar de su hijo─ Me imagino que debes extrañar a tu familia─ Los esmeraldas estaban fijos en el anillo dorado que adornaba la mano derecha del extranjero, más cuando volvió la mirada a los ojos oscuros noto la seriedad y un destello de tristeza en estos.
─Tienes razón, los extraño─ Respondió mientras acariciaba el aro─ Pero se que están bien.
─ ¿Cuántos cachorros tienes?
─Solo uno, mi esposa y mi cachorro.
─Volverás pronto, me imagino.
─No voy a volver ─Contestó por lo bajo de manera brusca ─Kazajistán ya no tiene nada que ofrecerme ─ Yuri lo miró confundido a lo que este solo negó restándole importancia ─ Ya es tarde, será mejor que regreses─ Y es que los faros ya estaban encendidos, Yuri miro el camino tratando de ocultar el temor más el ligero cambio en su aroma fue sentido por el alfa ─ Te acompañaré.
─Si estas ocupado no...
─No hay problema.
─No tienes que hacerlo.
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καλοψία #PGP2018
FanfictionSe removió ante los rayos del sol que se colaban por la ventana, abrió los ojos percatándose del nuevo día que comenzaba, si, uno nuevo con muchas cosas por hacer. Se estiró cual gato pero sin despertar al pequeño que dormía a su lado. Su hijo d...