Una extraña me acosa junto una caja

92 5 18
                                    

Si se preguntan cómo acabe en este tipo de complejidades mágicas y fuera del orden de la lógica humana solo diré. ¡CULPA DE MIS PADRES Y DE ÁINE!
Por si preguntan quién es el que ha estado relatando desde hace un buen rato esta historia trágica y que rompía la cuarta pared cada tres por cuatro era yo. Simón Sebastián Rymer, quien sería bueno ya veréis ahora mismo.

En medio de un Starbucks por las calles de Londres un chico salía a toda prisa subido a su monopatín mientras varios adolescentes mayores a él, le perseguían a pie con ganas de matarlo.
Si ese chico de la chaqueta negra con capucha con una corona de piedra a la espalda cocida junto a una calavera funky, pantalones grises vaqueros cómodos y botas negras. Era yo.
Por si preguntan en que cómo acabe metido en este lío, que no fue exactamente que lo provocase. Se lo tenían merecido a no más poder pero lo repito no lo provoque. Realmente, esos hombres se habían pasado de ralla, como si se trataran de meros matones como de costumbre estos se habían metido con una familia que no conocía en nada solo porque la hija de menor edad se había caído al suelo he había manchado la pierna a uno de estos tipos. Además con las intensiones que le iban a hacer a la pobre pues prefería que la tomaran conmigo antes que con esa inocente.
Ya lo sé, ya lo sé, se pensaran que soy típico chico problemático y no es que se equivoquen, también asmático, Friki y todo lo que te puedas imaginar.... Ya bueno continuemos que mis problemas son lo de menos.

Tras cambiar de acera me confíe de mi mismo de que no hubiera peligro, aminore la velocidad de mi monopatín sorteando a los peatones con cuidado, hacia poco que comencé ha hacer skate con unos amigos y como no siempre todo de rositas como todos piensan. No fue en mucho ver a mis perseguidores de nuevo en sus motos o claro siempre los matones tienen motos.

-¡Por qué motos por qué!

Me adentre por un parque a toda prisa mientras me pisaban los talones demasiado cerca hasta entrar por las zonas comerciales de la capital un lugar con demasiadas personas para camuflar me con las personas.
Me baje de mi monopatín y de un golpe lo recogí del suelo mientras entraba entre el bullicio de las personas. Hasta que me escondí dentro de una máquina de fotogramas. Si de esas que por extraño que parezca aún existían en 2015. Suspiré aliviado tras haberme escapado de ellos llevándome la mano mientras suspiraba por el lío que me había metido como de costumbre. O eso parecía que lo hubiese conseguido.

Al salir de la máquina de fotogramas y caminar un poco por las anchas calles de Londres me relaje lo suficiente para recoger mi skate del suelo. Sin previo aviso de una esquina a un callejon una mano me atrapo por el hombro, una fuerte sacudida tiro de mi hacia dentro de dicha franja entre edificio a edificio. Para luego ver como un puño con un anillo me desplomara contra el suelo. Segundos después de recuperar la concentración dos de los hombres del grupo el cual había cabreado me agarraron de los hombros con todas sus fuerzas reteniendo me para que no huyera a ninguna pare. Luego el cabecilla del grupo se acerco a mi, su mirada tras las gafas de sol era totalmente terroríficas desde el punto de vista donde me había metido mientras preparaba los puños para golpearme echo unas carcajadas para golpearme por encima del estómago y las costillas.

-Nunca tuviste que tocarnos las narices crio.

Cada momento que pasa estas personas se turnaban para agredirme uno a uno con preferencias a golpearme la cara, otro a mi costillas, etc.. así fue durante varios minutos los cuales perdía la noción del tiempo con el dolor que sufría por momentos mientras mi boca expulsaba y me dejara saborear mi propia sangre, mis piernas flaquearan por el dolor hasta tal punto que no las notaba.
Al finalizar a paliza me tiraron al suelo, aturdido mire a todos lados mareado incluso mas aturdido que antes hasta que escuche el sonido de una navaja. Mi vista no era tan perfecta por los golpes llevados, pero podía ver el brillo metálico de una navaja mariposa. Algo oxidada la verdad. Tras que el grupo de seis personas retrocedieron, el mas joven de todos ellos se acerco para ponerme el filo de la hoja en mi cuello para solo dejar que el miedo me inundó.

Linaje. El renacimiento del rey © [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora