Linaje. El renacimiento del rey © [Finalizado]

La creadora de Hadas

Retomando a nuestro último punto, recordando nuestra anterior pelea y yo decidido a tomar por la fuerza la espada de Arturo, no el de Camelot. Comprendía mi situación y sobretodo de que todo este tiempo habiamos sido manipulados por una deidad de mas de un millón de años. Que permanecía oculta tras las sombras o...Delante nuestras narices.

Empuñe fuertemente a Lighstrongs y tire de ella con todas mis fuerzas. Era difícil al principio hasta que el suelo brillo en un tono azul cegador, pero no me iba a imponer tras las esa luz. Continúe tirando y las zarzas negras que enredaban la espada fueron soltándose una a una lentamente, no iba a ser tan fácil sacarla sino era mas bien una prueba de paciencia y de resistencia. La primera en soltarse llevo a una cadena de solturas entre las otras mientras de la nada dichas zarzas florecieran en rosas azules por la magia que había en la espada o en mi. El último tirón libere la espada completamente haciendo que todas las zarzas florecieran de golpe tras de mi observe la espada que se mantenía en una aura azul celeste por su filo y también las runas que tenía puesta incesante hasta que se apagaron lentamente.

-Ya tiene la espada regresemos al castillo -propuso ya Shasa- Este lugar dan escalofríos.

-No aun no - apoye la espada en mi hombro y mire hacia donde estaban el resto de columnas- Aun tenemos que aclarar cosas aquí.

«Oh no. Que piensas hacer»

-Dejar las cosas claras.

El resto se quedo mirando tras darme la vuelta, pasee y mire donde estaba anteriormente la espada de Ebano la cual desapareció tras luego que Sir Percy se marchara de esta vida. Pase una mano por la columna tocando el impacto de la espada y pensé meticulosamente mis palabras. 

-Es curioso. Como las mejores  personas se marchen por alguien las cuales le deben su lealtad.

- Simon. ¿Pasa algo?

-No se si se habran dado cuenta pero... -negué rotundamente con la cabeza- No, ninguno se ha percatado.

-¿Percatado de que, chico? -me miro Trixie sin comprender.

-Todo el tiempo en que llevamos aquí hemos sido unos peones. No por Titania y Weiss, por alguien mas.

-En que te basas para tal hipótesis -me miro de forma sospechosa Viviana-O es que estas delirando aun.

-Si no recuerdo mal, desde que llegamos hasta aquí note algo distinto en cada uno de nosotros y sobretodo íbamos linealmente a un punto. No lo digo porque en la mayoría de las veces estuviese  inconsciente. Piénselo, primero un clan fomoriano nos ataca sin hacer nosotros nada,  la extraña llegada de Weiss...

-En mi defensa he de decir que en esta isla las noticias vuelan. Literalmente -afirmo Titania escudándo a su hija- Y ya saben como es el dicho.

-¿Que dicho? -la miro con una ceja subida Nero.

-La curiosidad mato al gato, joven Nero.

- Ah pues no lo sabía...

Tose un poco incómodo y use a Lighstrongs como baston aunque la espada era algo grande por mi estatura. Mas bien la guarda me llegaba al hombro, en serio ¿cuanto media Arturo si se puede saber? De todas formas el resto se quedo callado para que continuará.

-Como iba diciendo, el encuentro de Morgana la cual fui devorado por un maldito dragón marino, hasta llegar a Kynk y que nos encarcelaran -olisque un poco el aire hasta recordar un olor peculiar tras las cenizas de la fogata- Y en mi estancia esos días mi sentido del olfato se había desarrollando bien por el hambre. Exactamente descubrí un cierto olor a canela refinada y a limón.

-Eso serían los efectos del hambre, el subconsciente te hace pasar malas pasadas hasta que lo manejas -me recordó Boby.

-Cierto, pero que el olor provenga delante tuya en medio de una celda que olía a muerte no es que sea algo lógico. Y además esos olores están presentes aquí.